Estúpida Filosofía

Los burócratas de la educación vuelven a atacar la enseñanza de la Filosofía en los institutos

Javier Adolfo Iglesias
07:00 • 04 nov. 2021

Decenio tras decenio, hay quienes creen que la filosofía es una estupidez inútil y quieren reducirla o eliminarla de la enseñanza reglada. Vuelven los pedagogos contra los filósofos. Llevan mucho tiempo intentado desplazarlos, sustituirlos y con ello cambiar el ‘pensamiento’ por ‘el acompañamiento emocional’ y sus recetas milagrosas en forma de planes y protocolos.



Estos burócratas de la educación vuelven a atacar la Filosofía y su enseñanza en los institutos. No es cuestión de derechas ni de izquierdas, pues tanto PP como PSOE lo han intentado y ahora también con Podemos en el Gobierno.



Si sale adelante esta enésima reforma, la ley Celaá, las asignaturas de Valores Éticos y de Ciudadanía presentes ahora en todos los cursos de la ESO pasarían a impartirse en uno solo, lo mínimo.  Además, la harían depender del enjambre de comunidades autónomas. Y lo que es aún peor, el denso y profundo currículo de Filosofía en 1º de Bachillerato perdería un tercio de su horario. Esto es una malvada forma de meter a la Filosofía en el corredor de la muerte académica para que en breves fechas, su ejecución sea aceptada sin dolor ni protestas.  



La filosofía nació con la democracia griega hace 2.500 años y los nietos de quienes condenaron a Sócrates a la cicuta bailan hoy sobre su tumba  porque les irrita su filosófico epitafio “Solo sé que no sé nada”.



A los poderes político, tecnológico y económico no les convienen ciudadanos que duden como Descartes, porque solo pretenden captar fieles y fanatizados seguidores, electorales y comerciales. Y la duda es un antídoto contra el dogmatismo que lleva al fanatismo y la intolerancia.  



Los tecnócratas de la enseñanza nos han hecho creer que la educación es como una ‘app’,  que debe ser constantemente actualizada y la Filosofía es antigua y pasada de moda. Falso.  



Los problemas de hoy no son distintos a los de Sócrates, Locke o Arendt. Los demagogos y tiranos de entonces son los populistas de hoy. Enseñar bien Filosofía a nuestros hijos e hijas es la principal esperanza para que no caigan en las trampas de este tiempo convulso.



Ahora que el multimillonario niñato Z quiere convertir la vida real en una holografía o metaverso, la filosofía es más necesaria que nunca para salvar a nuestros hijos de sus cadenas digitales. La caverna de Platón está hoy en nuestros bolsillos en forma de teléfonos móviles con sus sombras de Instagram.


A estos charlatanes de crecepelo pedagógico les da lo mismo que los libros de Pensamiento copen las listas de ventas o que la filosofía triunfe en Youtube, el proyecto de currículo ya está en marcha y si nadie lo remedia antes supondrá una dentellada casi mortal.


En Filosofía, los profesores impartimos contenidos diferentes y exclusivos, usamos estrategias didácticas distintas a cualquier otra asignatura. Provocamos, hacemos dudar, incitamos la curiosidad, sacudimos con paradojas y sumimos en la complejidad de los problemas. Solo en Filosofía las preguntas son más importantes que las respuestas.

A nuestros jóvenes les explicamos y les hacemos reflexionar sobre las ideas que nos han hecho a los humanos ser lo que somos: Realidad, Verdad, Conocimiento, Libertad, Ciencia, Creencia, Fe, Justicia, Igualdad o dignidad.  La Filosofía es la mejor vacuna para que nuestros hijos no caigan en manos de populismos a izquierda y derecha, bulos y ‘plandemias’.


Enseñarles respeto no es adoctrinarlos con bailes o dibujos sino hacerles leer y pensar con Platón, Kant o Hanna Arendt. Esta genial filósofa judía y alemana diagnosticó que fue la ausencia de pensamiento lo que permitió y propició el ascenso del nazismo en Alemania.


La enseñanza de la Filosofía no puede salir perjudicada a costa de los modernos Coros y Danzas, los Gamers diversos que serán algunas de las nuevas asignaturas a la moda.


No, no pueden tocar la Filosofía del sistema educativo, no pueden reducirla de la ESO y el Bachillerato. Primero, porque se comprometieron a ello en un acuerdo de todos los partidos en 2018 votado en el Congreso.  Y luego, principalmente, porque tendrían que arrancarla de las mentes y espíritus de todos los humanos, los de ahora y los que vendrán. La Filosofía es parte sustancial de lo que significa ser persona. La Filosofía no es estúpida, aunque sus profesores lo parezcamos a veces por no haber sabido prever que quieren hacer del ‘Atrévete a pensar’ kantiano una amenaza.


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