Micrófonos

Si las compresas tienen alas, las alas plumas, y las plumas pájaro, la última pájara de alto vuelo ha sido la que los micrófonos le han jugado a nuestro nuevo crupier en el “Casino Moncloa”. Con la que cae, es interesante medir las palabras, y el gallego socarrón siendo un maestro en el despiste y en el escondite inglés, esta vez lo han pillado con las manos en la masa, y la boca en la queimada, con lo que quema.... Los ánimos no están para mucho chiste, y el país no está para mucha huelga, dicho sea de paso, sino mas bien para arrimar hombros, ceder y conceder: pero si mi confianza en los políticos es exigua, en sindicatos y patronal es, visto lo visto y oído, tétrica. Mariano el tranquilo, enciende su habano, y con el visto bueno de la Ángela Channing en este europeo Falcon Crest va a exprimir todo el jugo a la uva del recorte. Tal vez el orden haga falta en una casa común descontrolada, pero es curioso que siempre paguen los mismos, y que dar ejemplo nunca cunda en el hacer cotidiano de nuestra casta.
No paran de llegarme por email, día si, día también, los desmanes del despropósito y el gasto compulsivo que nuestros dirigentes se han marcado estos años a un lado y a otro del espectro ideológico: sueldos y prebendas por doquier, aeropuertos fantasmas, obras monumentales fantasmagóricas sin concierto ni visos, derroche que va desde las embajadas con denominación de origen, a teatros sin presupuesto para su gestión o programación. Estaciones de Ave sin pluma. Tramas, “correas” y ERES sin cintura. España 100%: nuevos ricos que hemos muerto de éxito en la podredumbre y la idiotez, eso sí con hidalguía hasta el tuétano, puro Cervantes.
Ante esto, no me da más miedo que al presidente un micro le pille un comentario, o un pensamiento en voz baja amplificándolo, a pesar de lo que se pueda montar. Lo que me da pavor, y pánico, son las palabras del que manda, el capital: el señor Botín lanza balones fuera exculpando a la Banca de la que cae e inculpando a la clase política. Se puede decir mas alto, pero mas claro no, y a micrófono abierto por D. Emilio. Como cualquier crupier debería saber, la banca nunca pierde, e incluso perdiendo sacará tajada de donde sea, o sea de nuestros bolsillos donde paños calientes y compresas son alas rotas.