La pesca almeriense está de enhorabuena

Tres regalos llegan de Europa para los armadores de los puertos de la provincia

El Nuevo Amanecer de mayo, barco de Garrucha con base en Carboneras.
El Nuevo Amanecer de mayo, barco de Garrucha con base en Carboneras. La Voz
Manuel León
10:52 • 25 jul. 2024

José María Gallart y la sufrida nómina de armadores y marineros de la flota de arrastre almeriense han recibido esta semana un chute de optimismo. Las vacas, las queridas vacas almerienses, como se conoce a los barcos arrastreros a pesar de sus detractores (el desconocimiento es atrevido) han sido agraciadas por partida triple. Por un lado, la recién elegida presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la belga que ya es como de nuestra familia por su presencia continua en el Telediario, ha anunciado para esta legislatura que acaba de iniciarse el nombramiento de un comisario exclusivo de Pesca a tiempo completo, para hacer del sector extractivo una disciplina con enjundia -hasta ahora ha sido una anécdota- en los despachos de la fría Bruselas; por otro lado, también habrán gritado albricias los armadores de Almería, de Garrucha, de Carboneras o de Adra, cuando se han enterado de que el enemigo número uno de la pesca almeriense, el comisario Virginijus Sinkevicius, experto en pesca con sedal en su Lituania natal, ha dimitido de su cargo para recoger su acta de eurodiputado de adscripción ecologista; y como tercer regalo, esta semana el gremio de mareantes y jabegotes ha conocido la noticia de que la abderitana Carmen Crespo, ha sido elegida presidenta de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, es decir la voz cantante -esperemos que sonante- en este sector en el poder legislativo de la Vieja y Nueva Europa de los 27. Teniendo por cuna el mar fenicio de Abdera,  no hay quien pueda defender con mejores herramientas, con mejor lenguaje, a los marineros de la provincia de Almería, un sector en la UCI, después de tantas patadas en la espinilla con recortes de días de pesca y trabas burocráticas en la comercialización del pescado y el marisco, el mismo que gustan saborear los comisarios en los  finos manteles bruselenses. El futuro de la pesca se juega en Europa y el tal Sinkevicius quería que los  barcos de arrastre salieran a faenar un tercio de días del año, una norma incompatible con el umbral de rentabilidad de cualquier negocio.










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