Forofismo non stop

Una de las consecuencias, acaso la peor de todas ellas, de la permanente retroalimentación de los asuntos y cuestiones de actualidad cíclica y puntual en Almería (desde el Corte Inglés al soterramiento, pasando por la UD Almería o el penúltimo desfile procesional de cualquier cofradía) es la pérdida del sentido común o la supresión de los atisbos reflexivos en los debates o informaciones publicadas. 

Nos hemos convertido en unos forofos de nosotros mismos. Escudados en el nobilísimo deseo de apartar de nuestra mente el amargo cáliz de la abulia y el desinterés cósmico que con tanta gratuidad nos hemos atribuido, hemos acabado cayendo en el extremo del optimismo lunático y en el discurso idiota de que cualquier cosa es posible “si nos la proponemos”, con independencia de que esa cuestión no sea más que una majadería o una ocurrencia de sobremesa bien regada. 

Hace quince días se defendía con vigor la posibilidad de que el Almería subiera  a Primera, a pesar de lo incierto de su juego y lo exiguo de la plantilla. Daba igual: a por ellos, oé, etcétera. 

Pocos días después, la prensa criticaba que no se hubiera ofrecido Almería como sede del casinódromo que un magnate excéntrico está planeando, quizás, para Madrid o Barcelona. Ahora tendremos una ración de lo mismo, pero al revés, porque el alcalde ha dicho que no puede haber AVE ni en está legislatura ni en la próxima, porque no hay dinero. Le llamarán, seguro, derrotista.