Más es menos

Querida prima: Las elecciones catalanas se podrían resumir en aquella canción de Hombres G, que se titulaba “La cagaste Burt Lancaster”, porque adelantar unas elecciones cuando se está gobernado con relativa holgura, con los 62 escaños obtenidos en los anteriores comicios; con mas de la mitad de Legislatura por delante; respaldado por el partido que gobierna en España y recibiendo dinero por un tubo del Fondo de Liquidez Autonómico, hay que ser tonto de baba para exponerse a perder escaños, respaldo electoral , dejar un Parlamento mas fraccionado que un queso en porciones y ser mas dependiente del Estado español que nunca.

Y lo que no se entiende es que siendo una comunidad autónoma que tiene una deuda de 44.000 millones de euros, en vez de ajustarse el cinturón y no gastar mas, sino tropecientos mil menos, se mete en unos gastos innecesarios de una campaña electoral, donde las encuestas no te aseguran nada y te pueden poner en un futuro bastante incierto, como así ha sido. Si fuera un directivo de una empresa privada, lo habrían despedido fulminantemente, porque la obsesión de que “Espanya ens roba” como estrategia le ha salido rana, sabiendo como sabemos que se pasa todo el día pidiendo dinero al Estado porque no tienen ni para pipas.

Malos tiempos corren y hagas lo que hagas no te lo agradece ni Perry. Fíjate que el Gobierno acaba de aprobar un decreto sobre los desahucios, para que muchas familias en dificultades puedan acogerse a la moratoria de dos años en las ejecuciones hipotecarias y otras que se beneficien de los alquileres sociales y los que mas contribuyeron a que llegara esta situación, no solo votan en contra, sino que dicen que ésta medida no ayuda a nadie.

Y es que, prima, a veces esperamos demasiado de la gente, sólo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho mas por ellos. Y luego sales trasquilado. Que me lo digan a mí.

No sé si comprar lotería para el 22 por si se acaba el mundo el 21 según la profecía Maya. ¡Que pesimismo, hija!