Al decir de las encuestas, un año después de llegar al Gobierno, el crédito del PP se ha reducido de manera espectacular. La presunción de que Rajoy y su equipo tenían un plan para sacar al país de la recesión en la que nos dejó el PSOE se ha quedado en eso: en presunción.
A la vista de los resultados es evidente que no tenían un plan; creían que bastaba con que Zapatero hiciera mutis por el foro para que las cosas cambiaran. La experiencia demuestra que tal ensoñación no era verdad. La prima de riesgo está en 400 puntos, más de cinco millones de personas están en el paro y son menos de 17 los millones de los afiliados a la Seguridad Social. Todos los pronósticos coinciden en aventurar que 2013 será otro año malo. Tan malo como el que dejamos atrás o incluso peor. Bajo un cielo tan ominoso, Rajoy que inició su mandato asegurando que no iba a insistir en lo de la herencia recibida porque los españoles les habían elegido "para arreglar las cosas, no para contar como estaban", a la postre ha cambiado de idea y en Toledo, rodeado de la plana mayor de su partido, ha desenterrado el argumento de la herencia para transformarlo en el mantra que lo explica todo. A su favor hay que decir que ha congelado los desahucios pero ni una palabra para justificar las promesas electorales olvidadas: las subidas del IVA y el IRPF; el incumplimiento del Pacto de Toledo; el medio millón más de parados; la subida de tasas judiciales; la infumable amnistía fiscal... Nada de nada. Doce meses después, la sombra de Zapatero todo lo justifica y lo ampara. Puede que como consigna a repetir por propios y afines, funcione, pero como argumento fundado, ya no cuela. Un año después, ningún ciudadano adulto alejado de prejuicios de partido, compraría semejante excusa. Como explicación de lo que no acaba de funcionar, lo de la herencia recibida, tiene fecha de caducidad.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/36370/el-mantra-de-la-herencia-recibida