La inminencia de la Semana Santa trae a la actualidad almeriense la febril actividad de las hermandades que ultiman preparativos para dar en la calle lo mejor de sí mismas. Entre ellas hemos de destacar la irrupción de una nueva cofradía, la del Santo Soterramiento, formada por costaleros del PSOE, de IU, de UGT y CC.OO, que se entrenan haciendo la levantá de la Mesa de las Infraestructuras, a la que ahora quieren sacar a pasear para orientarla, según el Hermano Mayor Sánchez Teruel, hacia temas de preocupación social y creación de empleo. Toda una chicotá discursiva que, habida cuenta del mimo con el que estos mismos cofrades dejaron crecer telarañas bajo las patas de la pobre Mesa, tiene las mismas probabilidades de éxito que las procesiones rogatorias por la lluvia en tiempos de la pertinaz sequía. Lo digo por si nos fijamos en los sensacionales logros alcanzados por la Mesa en sus cuatro patas fundacionales: Agua, Ferrocarril, Gas y Autovías.
Pero eso no desanima a nuestra Cofradía, afanadísima en el reparto de túnicas y midiendo seseras para ver a quién le puede colar un capirote reivindicativo. De hecho, están preparando una saeta titulada “Pacto por Almería”, que consiste en buscar un acuerdo tipo Confecciones Indalecio (antes llamado “tejido social almeriense”) en el que debe entrar a toda costa el Partido Popular para, desde dentro de la Mesa, darle hasta en el cielo de la boca.
En caso de que se nieguen, siempre podrán ser tildados de “antialmerienses” o alguna cosa similar. En fin, que deseamos un feliz quinario a esta singular Cofradía para que, a falta de una nueva intermodal, puedan tener una buena estación de penitencia.
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