La hora de la fantasía

Kayros
22:36 • 06 ene. 2014

Antes de volverme a la vorágine del año  entrante quiero dedicar unas a palabras a la Fiesta de los Reyes. El último día del  ciclo navideño  el mundo cristiano celebra la visita de   sus Majestades. Una  tradición que arranca de la noticia, no demostrada todavía, de que unos Magos de Oriente   llegaron  a Belén   a adorar al Niño Jesús ofreciéndole los más preciados regalos que entonces  conocidos. Los  escrituristas dan diversos significados  al oro, al incienso y a la mirra. Significados simbólicos, por supuesto.   Sería  imposible resumir aquí  en veinte líneas la trascendencia que esta noticia ha tenido en  todas las  bellas artes, no  digo nada en las  industrias del belén, el comercio , el turismo eclesial y sobre todo en la  juguetería  de los niños. Se diría que el mundo se probara en esa noche  su  traje de inocencia. No en vano las palabras que más   se repiten tanto    en los  medios informativos  como en las conversaciones de  la gente son magia y fantasía.  Los protagonistas   son sin género de duda  los pequeños. Observarlos cuando pasa la cabalgata, cuando reciben los juguetes o cuando  ven por fin a los barbudos y extraños  visitantes  entrar dentro de un islote   de ensueño en medio  de un mundo sin piedad.  Los Reyes vienen por tierra, por aire y por mar . Llegan  en caballos pero también en camellos. Y como ya no son solo de Oriente sino también de Occidente ha quedado  asumida también la  tradición  del carro arrastrado por renos del  mundo anglosajón. La  célebre película de  Spielberg los  hace volar por las nubes   con objeto  de  llegar antes   con  el saco  de los regalos  a la cama donde duermen  los  sobresaltados niños. Ni el más pervertido  intentaría  restarle poesía a esta fiesta  entrañable.  Solo con mirar los ojos de la chiquillería da para pensar que el mundo  podría ser algo menos  cruel  si empleara  la imaginación  Cierto que es la hora de acordarse  también de la violencia, la explotación de  inocentes , el hambre y la guerra. Pero  es  tan  alto el voltaje  fantástico   de esta noche que creemos que a otro día se habrán  cumplido  las  utopías soñadas por el hombre a través  de los siglos. Noche  de reyes, hermoso soñar despierto. Dios te conserve  mucho tiempo  entre las  frustraciones  diarias, que no serán  pocas.







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