Antes de volverme a la vorágine del año entrante quiero dedicar unas a palabras a la Fiesta de los Reyes. El último día del ciclo navideño el mundo cristiano celebra la visita de sus Majestades. Una tradición que arranca de la noticia, no demostrada todavía, de que unos Magos de Oriente llegaron a Belén a adorar al Niño Jesús ofreciéndole los más preciados regalos que entonces conocidos. Los escrituristas dan diversos significados al oro, al incienso y a la mirra. Significados simbólicos, por supuesto. Sería imposible resumir aquí en veinte líneas la trascendencia que esta noticia ha tenido en todas las bellas artes, no digo nada en las industrias del belén, el comercio , el turismo eclesial y sobre todo en la juguetería de los niños. Se diría que el mundo se probara en esa noche su traje de inocencia. No en vano las palabras que más se repiten tanto en los medios informativos como en las conversaciones de la gente son magia y fantasía. Los protagonistas son sin género de duda los pequeños. Observarlos cuando pasa la cabalgata, cuando reciben los juguetes o cuando ven por fin a los barbudos y extraños visitantes entrar dentro de un islote de ensueño en medio de un mundo sin piedad. Los Reyes vienen por tierra, por aire y por mar . Llegan en caballos pero también en camellos. Y como ya no son solo de Oriente sino también de Occidente ha quedado asumida también la tradición del carro arrastrado por renos del mundo anglosajón. La célebre película de Spielberg los hace volar por las nubes con objeto de llegar antes con el saco de los regalos a la cama donde duermen los sobresaltados niños. Ni el más pervertido intentaría restarle poesía a esta fiesta entrañable. Solo con mirar los ojos de la chiquillería da para pensar que el mundo podría ser algo menos cruel si empleara la imaginación Cierto que es la hora de acordarse también de la violencia, la explotación de inocentes , el hambre y la guerra. Pero es tan alto el voltaje fantástico de esta noche que creemos que a otro día se habrán cumplido las utopías soñadas por el hombre a través de los siglos. Noche de reyes, hermoso soñar despierto. Dios te conserve mucho tiempo entre las frustraciones diarias, que no serán pocas.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/53357/la-hora-de-la-fantasia