Hay partidos que son a la demagogia lo que un coche eléctrico a un poste de abastecimiento: no se entiende el uno sin el otro. Y aquí que tenemos al PSOE almeriense en plan correa de transmisión del impulso agitador con el que piensan que se nos va a olvidar que no hace mucho eran ellos los que ordenaban las medidas que ahora ha tocado corregir. Así que se han sacado de la manga el concepto “pobreza energética” para reclamar que algunas familias no paguen la luz. ¿Cuántas? ¿Bajo qué criterios? Pues ni puñetera idea, pero es hermoso convocar a la prensa delante de una verdulería para decir que el Gobierno del PP es malísimo. Instalados en la demagogia más chispeante, los chicos y chicas del PSOE descubren ahora que -para algunos- la luz ha de ser gratis total; una medida que podrían haber puesto en marcha durante sus largos años de gobierno. Pero no: se les ha ocurrido ahora. Que haya unas elecciones cerca no tiene nada que ver, porque se trata de una consecuencia más de ese característico sentido de la justicia social que se demuestra, por ejemplo, creando juzgados para tramitar los desahucios de manera sumaria cuando están en el Gobierno y manifestarse contra los desahucios cuando están en la oposición. Pero si su trayectoria fuera poca muestra del morro que gastan, siempre está el subconsciente.
En su explicación de esta nueva ocurrencia, el secretario del PSOE, José Luis Sánchez Teruel, habló de las dificultades que tenían muchas familias almerienses “para caldear sus hogares.” Ojo, no para “calentar” ni “acondicionar”, sino para “caldear”. Es decir, para excitar y apasionar el ánimo de quien está tranquilo e indiferente y para estimular el ánimo de un auditorio o de un ambiente. Como ya murmuró el inolvidable ZP a su periodista/confesor de cabecera: “nos conviene que haya tensión”. Pues eso, José Luis: mañana pide el agua gratis. Y pasado…
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