Los Reyes y el Materno Infantil

En una provincia como Almería, tan asentada económica y socialmente en la multiplicación técnica del proceso natural del cultivo, no es de extrañar que, por sembrar, se haya acabado por plantar la simiente del chasco que producen siempre las expectativas frustradas. 

Luego nos dolemos cuando los almerienses nos flagelamos con el discurso derrotista del culo del mundo y otras resignaciones. Pero habría que empezar por ver hasta qué punto no somos nosotros mismos los encargados de hacer florecer nuestro mal anunciando de modo irresponsable o frívolo (no contemplaré el dolo o mala intención) proyectos de difícil cumplimiento presentados en los medios como realidades venideras. 

Dos ejemplos recientes Podré dos ejemplos recientes que ilustran lo que digo: las vacaciones de Los Reyes y el rodaje de la popular serie televisiva “Juego de Tronos”. Cualquiera que repase la prensa de hace unas semanas podrá ver que estas dos circunstancias se presentaron como algo prácticamente inminente y sin apenas dejar margen a la posibilidad contraria. Ahora que hemos visto que los Reyes han escogido otro lugar (el de siempre) para su descanso estival y que la afamada productora ha elegido otra zona de Andalucía para rodar sus episodios, brota de modo espontáneo una sensación de menosprecio y hostilidad hacia Almería por parte de quienes, creyendo a pies juntillas lo publicado, dieron por segura la presencia de los Borbón-Ortiz en Aguamarga o alimentaron la ilusión de hacer de figurantes en la popular teleserie. 

No entrar en mayores complejidades He elegido estos dos asuntos, anecdóticos y menores, por no entrar en cuestiones de mayor complejidad como los anuncios infraestructurales que vienen de la mano de las diferentes administraciones. Y me temo que aquí no se podría hablar con propiedad de frivolidad, sino del cálculo consciente del engaño colectivo. ¿Recuerdan lo que algunos decían en la prensa acerca del futuro hospital materno-infantil? ¿

Y de la fantástica Facultad de Medicina? Pues eso: el culo del mundo.