La Junta no apuesta por la mujer

Perplejo me he quedado esta semana al conocer que la Junta de Andalucía ha decidido anular de manera fulminante las convocatorias destinadas a la promoción de la igualdad, la inclusión social y al fomento del empleo femenino, en concreto las que afectan a la concesión de subvenciones a ayuntamientos, con las que se financiaban muchas de las actividades de los Centros de la Mujer. 

Cerca de 30.000 mujeres en toda Andalucía se beneficiaban de estas ayudas que, hay que recordar, estaban cofinanciadas con fondos europeos y a través de ellas los ayuntamientos podíamos organizar actividades, talleres y cursos, así como itinerarios personalizados de inserción laboral para mujeres con dificultades.

De este modo, la Junta o, lo que es lo mismo, PSOE e IU, vuelven a dar la espalda a la mujer y, especialmente, a los colectivos más vulnerables y evidencian que para ellos el empleo femenino y las políticas de igualdad no son prioritarias y, por lo tanto, son susceptibles de tumbarlas de un plumazo. ¡Dicho y hecho! Supongo, y espero, que las primeras en pedir explicaciones a sus compañeros por esta decisión sean las propias mujeres de ambos partidos por la inadmisible falta de compromiso del gobierno andaluz, aunque, al menos públicamente, todavía no han dicho esta boca es mía.

No sé en qué estará pensando la presidenta de la Junta, Susana Díaz, pero, desde  luego, en las mujeres andaluzas no. Andalucía es la región europea con la tasa de paro más alta y la supresión de estas ayudas no va a contribuir a cambiar esa tendencia, más bien al contrario. Con esta irresponsable manera de actuar se sigue abriendo aún más la brecha entre los datos positivos del empleo en España y los del estancamiento en Andalucía, donde las medidas concretas para la creación de empleo o no existen o las hacen desaparecer. 

El paro registrado en España ha caído en 253.627 personas en 2014, lo que supone en mayor descenso anual desde 1998 y lo que significa que en el conjunto de España ha bajado un 5,39%. Si Andalucía hubiera reducido el paro al nivel de la media del país hoy tendríamos 31.709 parados menos y habríamos bajado del millón de desempleados. Pero para eso hay que centrarse en Andalucía y en los andaluces y no en la proyección personal, que es en lo que está la presidenta desde que ocupa digitalmente el sillón del Palacio de San Telmo.