Crisis en el pacto de perdedores de Andalucía

Todo apunta a que el lunes la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, va a convocar elecciones autonómicas, un año antes de lo previsto, algo que no me sorprende en absoluto, ya que desde el primer momento el bipartito PSOE-IU se ha caracterizado por su inestabilidad, las luchas internas y los golpes de autoridad para que quede claro quién manda. Por eso, este pacto de perdedores estaba abocado al fracaso pero, como siempre, es un fracaso que tenemos que pagar todos los andaluces. 

La tensión entre los socios de gobierno lo único que ha hecho es que ambos partidos hayan estado distraídos de lo que debería haber sido su preocupación principal, que no es sino resolver los problemas de los ciudadanos, especialmente el del millón de andaluces que se encuentran en el paro. Nos encontramos ante un adelanto electoral que responde a los intereses del PSOE, pero en absoluto al interés de los andaluces.

A pesar de que en los pactos de gobierno a lo largo de los años se ha visto como algo natural el binomio PSOE-IU, lo cierto es que se trata de una extraña pareja que pocas veces ha estado bien avenida y no lo digo yo, es algo que se puede comprobar fácilmente consultando las hemerotecas. Por no irme muy lejos, me quedo en la capital, donde el Ayuntamiento estuvo cuatro años (des)gobernado por una coalición socialcomunista. Esa época se caracterizó por el estancamiento, la mala organización y una gestión insuficiente y muy lejos de las expectativas de los ciudadanos. Obras interminables, nula actividad cultural o inexistentes instalaciones deportivas fueron algunos resultados de este maridaje. 

Del mismo modo que para la ciudad de Almería la llegada del Partido Popular supuso una bocanada de aire fresco y un giro de 180 grados en cuanto a gestión, es necesario y urgente que se produzca un cambio en la Junta, donde los más de treinta años de gobierno socialista han traído paro, despilfarro y corrupción. Así que hay que aprovechar este adelanto electoral con el que Susana reconoce que su gobierno ha sido un fracaso para propiciar un cambio que nos lleve en la buena dirección donde lo importante de verdad sean Andalucía y los andaluces. Y eso, hoy por hoy, solo lo puede ofrecer el Partido Popular.