Lo que más importa

Hay semanas que en este país nos enzarzamos en discusiones hueras teniendo en cuenta los verdaderos intereses de la ciudadanía. Salvo para aquellos que quieren gobernarnos con mentiras y falsos eufemismos, las polémicas últimas no sirven más que para alejarnos de la realidad. Hay que ver la que se ha armado con el encuentro de Zapatero con Pablo Iglesias en casa de Bono. Si el expresidente no puede hablar con alguien que piensa de otro modo es que no pertenecemos aún a la civilización occidental. En realidad hay días que nos parecemos a una panda de indios motilones que practican el canibalismo. Precisamente Zapatero ha estado callado estos tres años. Y mira que en este tiempo el PP ha dicho cosas terribles contra él, desde cambiar la Constitución hasta hacerle responsable de la crisis capitalista mundial. En medio de este berenjenal informático, resulta que hemos hablado mucho menos sobre la ley mordaza, sobre la cárcel perpetua, aunque revisable, recientemente aprobada en solitarios por el partido del Gobierno. Me parece una característica muy de derechas darle primacía a la seguridad en tiempos agitados de vallas cortantes y diarias manifestaciones callejeras. El panorama económico mundial se recupera gracias a fenómenos que no pasan por Génova, 4, como es la caída de los precios del petróleo, o las políticas antinflacionarias de Draghi. No obstante ya verán cómo en la convención del PP se arma el jolgorio aplaudiendo a estilo nazi la perpicacia visionaria de Aznar y Rajoy como garantías de cuatro años más chupando del bote. La frase “queda mucho por hacer” la trastocaba irónicamente un programa televisivo de la sexta en “queda mucho por beber”. Mientras tanto en este país se habla poco de cultura, de investigación, de problemas sanitarios como el de la hepatitis, del desempleo real y ficticio. Se impone la continua profecía de De Guindos alargado siempre nuestra eterna felicidad para el año que viene. Desde ahí podrán seguir aprobando leyes al margen de todos los otros partidos. La mayoría aritmética les capacita para todo. A ver qué sale de las elecciones griegas. Los españoles quizá podamos aprender algo sobre lo que verdaderamente nos importa.