Nada más hablar de elecciones, comienzan los nerviosismos en los medios de comunicación. El PP consiguió nombrar director y jefe de informativos a dos militantes disciplinados, no sin discrepancias internas del resto de trabajadores. TVE se convirtió así en un gran centro nacional de partido. Se hace muy difícil creer que, durante la campaña electoral, TVE va a ser totalmente imparcial dejando de apoyar subrepticia o subliminarmente a sus candidatos. No otra cosa ocurrirá en Canal Sur, la televisión pública de Andalucía. De momento, Canal Sur y TVE andan enzarzados en la programación de los debates cara a cara. Juan Manuel Moreno Padilla, candidato conservador poco conocido, desea vérselas frente a frente con la socialista Susana Díaz en una hora de gran audiencia prescindiendo de los otros partidos. La Radio Televisión de Andalucía(RTVA) ha programado por su cuenta otro debate a tres bandas donde participa también Antonio Maíllo, representante de IU y socio, como sabemos, del gobierno del PSOE hasta hace poco. No dudo que un monográfico sobre la corrupción no sea interesante, sobre todo para saber qué hizo el PP con Gürtel o cuál fue el papel de Canal Sur en el tema de los ERES, pero me temo que no se busca tanto la verdad como el voto, y en tal caso ni Moreno busca el enfrentamiento sino una plataforma de publicidad ni Susana cantar las verdades del barquero. Se sabe que Javier Arenas no acudió a la cita cuando en el año 2012 tenía un debate programado en Canal Sur con José Antonio Griñán. ¿Qué pasará entonces? Es fácil imaginarlo. Desde Prado del Rey, el presidente del Gobierno y los ministros que viajen a Andalucía tendrán la cancha abierta, a la hora del telediario, supongo, para difundir la salida de la crisis en contraposición con el atraso de siglos del pueblo andaluza. Seguro que no dicen una palabra sobre las 600.000 personas que han perdido sus puesto desde que Rajoy llegó a la Moncloa, así como de las 400.000 que han emigrado, sin contar con el billón, ( con b) de deuda pública que debemos pagar. Es cierto que el desempleo es aún altísimo en Andalucía, pero se ha salvado la educación y la sanidad públicas, aquí se defiende la dependencia y otros avances de la sociedad del bienestar. Los andaluces no pierden la cabeza, no son tontos y comparan.
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