A mi juicio Juan Manuel Moreno estuvo convincente en el segundo debate televisivo. Bien pertrechado de recortes de la prensa amiga y con un hablar sereno y sin crispación fue desgranado las desgracias ancestrales del paro en Andalucía. El paro como fenómeno universal tiene otras raíces mucho más amplias y profundas, pero a este candidato lo que le interesaba era culpar al PSOE gobernante. Era como decir, “quitaros de una vez, nosotros lo hacemos mejor”. Otro argumento muy socorrido en estas elecciones es criticar al PSOE que lleva mandando largo tiempo y, por tanto, estaría ya algo gagá- El PSOE manda porque así lo quiso el pueblo. No podemos decir que consiguiera el poder mediante la lucha armada o llamando a la mafia rusa. Las urnas hablaron y Arenas fue detenido en sus legítimas aspiraciones. El resto es historia. Menos convincente estuvo Moreno en el segundo envite sobre la corrupción. Oír hablar sobre la corrupción a un candidato del PP obliga al oyente a girar el cuello hacia la derecha y constatar algo terrible y es que el partido de Moreno tiene hoy más mierda que el palo de un gallinero. No creo que sea necesario hacer la historia completa que, por otra parte, aparece diariamente en los periódicos. Cuando se dieron los primeros soplos todavía intentaron proteger a Bárcenas. Tan pronto éste entró en chirona, el partido se desentendió del problema y se creyó más limpio que una patena. Desde entonces la corrupción se llamó Bárcenas. Algunos ilustres militantes cobraban su sobresueldo sin preguntarse nunca de dónde salía el dinero. Por eso digo que resulta complicado acusar a nadie de corrupción cuando tú tienes el techo de cristal, pero, en fin, valen los argumentos del candidato. Ahora bien, lo menos convincente de Moreno está en relación con el tercer bloque del debate: la política social. Mantener una educación pública, universal y gratuita, base de la igualdad de oportunidades, frente a los recortes presupuestarios del gobierno central no es pequeña cosa. Hacer otro tanto con la Sanidad, enfrentándose al concepto de la salud como negocio, tampoco. Aquí tuvo lugar un fundido de plomos. Susana acusó a Moreno de ser uno de los responsable de cerrar el grifo para la dependencia. Esto sí lo entiende al pueblo andaluz que tanto ha sufrido durante siglos. Como dije otro día, treinta años no son nada si tenemos en cuenta los siglos que estuvo aquí la derecha criando toros y cazando perdices en las dehesas.
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