Permítanme una obviedad: El PP necesita, de todas todas, ganar las próximas elecciones. Perderlas significaría el segundo hundimiento del Titanic. Aunque todavía utiliza la herencia recibida como telón de fondo, ya no puede echarle toda la culpa a Zapatero. En estos tres años hemos aprendido que la crisis económica tiene otros orígenes más hondos. El sistema que sostiene el PP, y del cual vive, sufre estremecimientos cíclicos que solo se curan con el austericidio de las clases medias trabajadoras. La derecha tiene vocación permanente de gobierno. Para que el PP cambiara haría falta otra revolución copernicana. Por algo Rajoy sigue en sus trece de que no hay que tocar nada. Aquí la Tierra continúa sin moverse. Ante los nuevos partidos emergentes, el PP, como ha dicho alguien, queda retrotraído al Paleolítico. Cospedal, Arenas, Esperanza Aguirre, Rajoy (no hablemos de Aznar o de otros nombres más antiguos) dan la impresión de zorrera, de vieja política y de inconfesables marrullerías de otro tiempo. Y un triunfo en las urnas les libraría probamente de esa odiosa pátina. El Caso Gúrtel, el escándalo de corrupción más grande de nuestra historia, quizá se viera desde otra óptica algo más benigna. Por eso y algo más, en Génova 4 se hace necesario ganar las elecciones. Los expertos en comunicación no ahorran millones y millones en publicidad. Desde los medios afines no paran de cantar a todo trapo las sabias estrategias de la recuperación a pesar de que un ochenta por ciento de españoles sigue sin creer en ella. Decíamos más arriba que el PP no cambiaba. Oye, pues no es verdad. Mudemos algo para que nada se mueva. Algo ha cambiado ante la perspectiva electoral. !Lo que hace el pavor a perder el sueldo sin trabajar mucho! Ha cambiado la doctrina del aborto a costa de alejarse se de lo que quiere la parte conservadora del partido. Se habla de bajar los impuestos, no faltaba más. Han establecido alguna modificación en el IPRF de las autonomías. También tienen intención de rebajar algo en al IVA de los productos culturales y está siendo muy comentada la atención primaria para inmigrantes. Jo, el Gobierno está de una generosidad maternal que enternece hasta las piedras. Y todo porque se acercan las elecciones del 24 de mayo y hay que ganarlas como sea. Así que nada de divisiones internas. El grito ululante del líder convoca al rebaño para una copiosa agenda por verdes praderas y frescas aguas.
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