Aquella manía del hijo del profesor de instituto que solo hablaba del cambio climático ha llegado ya a las más altas esferas de la humanidad.
Los promotores de la construcción le decían: “ pero ,desgraciado, ¿ para qué quieres tú conservar la lagartija amarilla? ¿ No ves que eso es una chaladura de niño pijo cuando tenemos otros problemas más urgentes?” El hijo del profesor de instituto salía al monte todos los domingos con su bolso en bandolera y sus gafitas a lo John Lennon. Solía ir preferentemente a ver cómo iba el mundo desde el punto de vista de la ecología, una ciencia nueva que estudia las relaciones de los seres vivientes dentro del medio físico. ¿ Quién iba decir que aquella manía sería objeto de una encíclica de carácter universal para todos los vivientes??
El Papa Jorge Mario Bertoglio ha postergado los temas del Cielo por los de la Tierra. Esta vez no trata de la transustanciación a los creyentes, ni del destino de los niños que mueren sin bautismo , sino de la amenaza cierta del planeta si los hombres viven instalados en la comodidad y en la calidad de vida sin tomar conciencia de lo que pasa.
Otros Papas habían tratado la materia como de pasada. Bertoglio, al tomar partido por la tesis del cambio climático, denuncia abiertamente al poder financiero separado de la política. La encíclica se sirve de la primera palabra del “Canto de las Criaturas” ( Laudato si), de San Francisco de Asís. En medio de tantas guerras y de tantas oleadas de seres humanos arrancados de su medio sin saber dónde meterse, oir el canto de las criaturas no deja de ser un consuelo, pero si no dejamos de ensuciar el planeta, los prófugos seremos todos al convertir la Tierra en inhabitable.
En medio de la belleza del universo ( los cielos cantan tu grandeza, dice el salmo) se cuela la amarga queja del Papa cuando dice : “ Pero el poder conectado con las finanzas es el que más se resiste a ese esfuerzo ( se refiere a poner freno a la contaminación y a otros basureros) y los diseños políticos no `pueden tener amplitud de miras” Al final todo es cuestión de amor.
El amor que mueve las estrellas, como decía Dante. Al tratar de ecología siempre nos acogemos a los largos períodos evolutivos que necesita el cambio climático para que se note. Sin embargo ya hay científicos del clima que anuncian la catástrofe como irreversible.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/85104/amor-y-ecologia