Por todas nosotras: #novotesmachismo

Mar Verdejo
23:49 • 11 dic. 2015

La violencia machista es una cuestión de Estado. Es insoportable el cinismo de los partidos políticos en esta cuestión, que ya raya la sociopatía. Las elecciones del 20 D están sirviendo para poner a cada uno en su lugar. Todos van a las concentraciones, se dan codazos por estar en la foto, codician que los inmortalicen en los insoportables minutos de silencio: ¿pero qué es lo que están proponiendo en sus programas electorales?  
Ciudadanos, con su discurso neomachista, ha definido de forma errónea, y muy peligrosa, la violencia de género queriéndola cambiar por violencia doméstica; y dicen: “Si bien la violencia de género afecta tanto a hombres como a mujeres, el mayor porcentaje corresponde a la violencia ejercida de hombres hacia mujeres. La sociedad española no puede tolerar las más de 800 muertes….” Y continúa diciendo: “Tampoco puede permitir, aunque sean muchas menos, las muertes de hombres a manos de sus parejas”. Por escrito dejan que quieren acabar con las penas específicas por violencia de género. Incorporando una medida para reformar la Ley Integral contra la Violencia de Género para acabar “con la asimetría penal por cuestión de sexo”; “la pena por lesiones que no requieren tratamiento es de tres meses a un año de prisión en caso de violencia doméstica, pero si es el hombre en el que agrede a su pareja o expareja femenina es de seis meses a un año”. En lo relativo al Tribunal Constitucional dicen: “que avala la diferencia de condenas dependiendo de si la agresión se da en un contexto de violencia de género o doméstica porque la primera reproduce la desigualdad” y a esto le llaman nueva política. 
Y el Observatorio Estatal de Violencia contra las mujeres ha tenido que elaborar un comunicado desmintiendo el video electoral del PP en el que se vanagloria de luchar contra la violencia de género. Dice que las mujeres asesinadas en 2014 fueron 51 cuando es de 54. Y con estos datos hacen un gráfico descendente en el que dicen que gracias a sus políticas se ha reducido el número de víctimas a las que llama “fallecidos” y se felicitan por lograr “los menores índices de los últimos años”; también dicen que han retirado la pensión de viudedad y orfandad a los asesinos desde el 2007, esta medida se contemplaba en la ley integral de 2004. Dicen haber impulsado contratos bonificados a víctimas y que en su legislatura “han crecido un 58%”; y que según los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad este aumento es del 41%, lo que representa un 0,022% del total de víctimas de Violencia contra la Mujer del 2015. Además de haber dado un recorte de un 26% en prevención y presupuestar un 40% menos para 2016, y la retirada de competencias a los ayuntamientos desde donde se gestionaba la atención, emergencia, apoyo, y acogida de la víctima. 
A votar hay que ir con los programas leídos, y estas cinco claves que nos pueden servir: Consideración del Terrorismo Machista como cuestión de Estado. Cumplimiento de la Legislación en materia de Igualdad y de Prevención, la Educación desde la Infancia y la Formación del personal que interviene. Eliminación de la Custodia Compartida Impuesta. Eliminación del Régimen de visitas y la Patria Potestad a maltratadores. No a la Publicidad Sexista y al tratamiento morboso de las Violencias Machistas en los Medios.
Esta vez sí quiero saber qué han votado las personas de mi entorno porque así sabré a quién le importa que hayan sido asesinadas casi 800 mujeres desde 2003; las 368.349 mujeres bajo protección, y las formas de violencia machista diaria que se ejerce sobre las mujeres. Así podré saber qué grado de confianza puedo depositar sobre ellas.


 







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