El apellido ‘almeriense’ de Pablo Alborán o cómo Almería ha perdido a un marqués

Esta historia tiene tres protagonistas y algún que otro giro de guion. Apunten bien: tenemos a Francisco Moreno, una página del Boletín Oficial del Estado (BOE) y a Pablo Alborán. El escenario es, sorprendentemente y casi de forma anecdótica, Almería.

El pasado 7 de julio, además de ser San Fermín, entraba en vigor la Ley de Memoria Democrática. A raíz de esta novedad legislativa, el BOE recogía un listado con 33 títulos nobiliarios concedidos entre 1948 y 1978 que han quedado suspendidos en el marco de esta nueva ley.

En esa lista había de todo: títulos nobiliarios suspendidos de forma obvia (como el Duque de Primo de Rivera), otros polémicos e incomprensibles (como el Conde de la Cierva, otorgado al murciano Juan de la Cierva por inventar el autogiro  y no por vinculación alguna con la dictadura o el golpe de Estado) e incluso un título ‘made in’ Almeria. El marquesado de Alborán ya no existe.

El Marqués de Alborán

A pesar del nombre, el marquesado de Alborán poco tiene que ver con Almería. Pero es de Almería, claro.

Se trata del título nobiliario creado por Franco en 1950 para reconocer, a título póstumo, a uno de nuestros protagonistas: Francisco Moreno.

Francisco Moreno era almirante de la Armada. Y de ahí viene su vinculación con el Mar de Alborán, ya que de almeriense tenía poco el marino: nació en San Fernando y murió en Ferrol.

No obstante, tuvo un papel relevante en el control marítimo del que póstumamente fue ‘su’ Mar de Alborán en plena Guerra Civil para el bando sublevado.

Desde 1935, Moreno era capitán de navío y director de la Escuela de Guerra Naval. El estallido de la Guerra Civil le pilló en Ferrol, lugar en el que se unió a los militares golpistas: tomó el mando del arsenal de Ferrol, tras arrestar al contralmirante Antonio Azarola (que terminaría siendo asesinado posteriormente).

 Tras este movimiento, desde Burgos, el bando sublevado nombra a Moreno jefe de la Flota Nacional.

Es en el marco de la Guerra Civil donde frecuenta, precisamente, el Mar de Alborán: con el polémico Canarias (que bombardeó Almería) y el acorazado Cervera, y junto a su hermano, Salvador Moreno (que terminó siendo ministro con Franco), Francisco Moreno llegó a ser almirante de la Flota Nacional y jefe de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire de Bloqueo del Mediterráneo, con operaciones en el Estrecho de Gibraltar y también en la zona de Alborán, con terribles consecuencias para la población civil.

Una vez que se dio por terminada la Guerra Civil, Francisco Moreno  fue nombrado capitán general de Cartagena y ese mismo año murió en Ferrol. Años más tarde, en reconocimiento a sus servicios Franco le nombra marqués de Alborán, con una denominación vinculada con la almeriense Isla de Alborán.

En la breve historia del marquesado, ya desaparecido como consecuencia de la Ley de Memoria Democrática, ha habido tres marqueses: Francisco Moreno (aunque a título póstumo), José Moreno (desde 1953 hasta 1981) y Francisco Moreno desde 1982 hasta la desaparición del marquesado.

La familia, eso sí, cambió su apellido: los Moreno convirtieron su primer apellido en uno compuesto y pasaron a llamarse ‘Moreno de Alborán’.

¿Y Pablo?

Es ahora cuando entra en escena nuestro tercer y  último protagonista. Pablo Alborán. Alborán. El malagueño, ya artista internacional, tiene un apellido muy almeriense también, pero escasa (o nula) vinculación con este rincón de la geografía.

Pero sí que tiene vinculación almeriense el Alborán de Pablo. O, al menos, la misma vinculación que en el caso de Francisco Moreno.

No en vano, el nombre completo del cantante malagueño es Pablo Moreno de Alborán, aquel apellido compuesto adquirido por la familia del marqués de Alborán tras la muerte del almirante de la Armada Española.

Aunque artísticamente conocido como Pablo Alborán (sin el ‘Moreno de’), lo cierto es que el malagueño es bisnieto de Francisco Moreno.

Y así es como Almería se convierte en escenario circunstancial y anecdótico de esta historia: es ese lugar que, vía marítima, ha perdido un marquesado inventado por un dictador y que, de paso y para la eternidad, ‘bautizó’ el apellido de uno de los cantantes españoles de más fama dentro y fuera de nuestras fronteras. Todo, desde Alborán.