Como no cambie el tiempo tendremos medusas hasta Navidad

Las medusas se han convertido en los últimos veranos en la pesadilla de los bañistas y de quienes se encargan de la vigilancia de las playas. Pero este año esa pesadilla se está alargando mucho más de lo habitual, y todo como consecuencia de los efectos del cambio climático.

Si este pasado verano la presencia de estos animales, de la familia de los celentéreos, hicieron saltar las alarmas, al presentarse en mayor número y cantidad que en años anteriores, en estos momentos se ha comprobado que en zonas de aguas cálidas como las de Almería, la costa del levante y en el conjunto de las zonas costeras del Mediterráneo permanecen aún visibles en numerosos puntos del litoral.

Calor y lluvias
Este año Almería se ha situado entre las zonas del Mediterráneo con las temperaturas del agua del mar más elevadas, sobre todo a causa de la fuerte insolación y las altas temperaturas aportadas por la circulación de masas de aire caliente que nos han acompañado durante gran parte de este verano.

El Departamento de Biología Marina y Oceanografía del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), a través de Josep María Gili, considerado uno de los mayores expertos del mundo en medusas, advierte que estos animales son “un mensaje que nos envía el mar para que no sigamos tratándolo mal”.

Cambio climático
Porque actualmente se están dando las condiciones perfectas tanto para la proliferación de las medusas, que han hecho que sus ciclos vitales sean más frecuentes y más numerosos, gracias a las condiciones que encuentran a lo largo del litoral.

Las medusas encuentran su ‘zona de confort’ precisamente cuando el agua es más cálida y cuando mantiene un índice de salinidad considerable. La escasez de lluvias desde la pasada primavera y hasta este mes de octubre impide que la tierra aporte agua dulce a los enclaves costeros, propiciando el acercamiento de estos invertebrados.

Los biólogos apuntan que este año se dan las condiciones óptimas para que seamos testigos de una mayor proliferación y en épocas en las que tradicionalmente no llegarían a las playas de la provincia, donde son frecuentes en julio, agosto e incluso septiembre, pero mucho menos habituales en el mes de octubre.

Las especies
Desde la sociedad Safe Sea, especializada en productos que actúan como repelentes para las medusas, se explica que las medusas que están presentes en estos días en las playas almerienses, y de otros puntos del litoral mediterráneo sur, son fundamentalmente de dos especies diferentes; por un lado la Pelagia noctiluca, también llamada ‘medusa clavel’, y la Rhizostoma Luteum, con un tamaño más grande para cuya picadura es menos peligrosa que la de la noctiluca.

Aclara además que estos animales “en realidad pican, pero no atacan al ser seres pasivos que vagan por las aguas abiertas y costeras sin intención de cazar o apresar. Sus tentáculos están formados por miles de células urticantes (nematocistos) que, al contacto con un cuerpo extraño, disparan un veneno tóxico que provoca la reacción.

A las causas indicadas de elevada proliferación y persistencia de estos invertebrados se añade un factor más, según los biólogos marinos, que apuntan que la disminución de peces o quelonios (tortugas) que comen medusas está facilitando que se haya incrementado su presencia en las costas.