Médicos piden a la Junta que denuncie de oficio a quienes agredan a sanitarios

El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha expresado su preocupación por el incremento de las agresiones al personal sanitario que se ha producido este verano en la comunidad autónoma, que a su entender “obliga al SAS a replantearse su estrategia, que a todas luces está fracasando”. 

El Comité Ejecutivo del SMA asegura en un escrito que los médicos se sienten “desprotegidos ante los agresores  y estos no reciben una sanción realmente disuasoria" por atacarles física o verbalmente. De ahí a que considere imprescindible reforzar los equipos de seguridad en las áreas más conflictivas, en las que incluso “sería necesario instalar arcos de seguridad”. 

“Deben producirse los cambios arquitectónicos necesarios para que las consultas no se conviertan en ratoneras en las que el agresor se interpone ante la única escapatoria del profesional agredido. Es necesario también que se produzcan cambios normativos y jurídicos que permitan sancionar con más dureza a los agresores, en muchos casos reincidentes”, plantea.

Pero los médicos que forman parte del sindicato van más allá y piden a la Administración sanitaria que “proteja y ampare sin paliativos a los profesionales agredidos”. Para ello considera que la Junta de Andalucía debería “realizar denuncias de oficio contra los agresores y adoptar medidas para que las agresiones verbales tengan la consideración de accidente laboral y de atentado contra la autoridad”. Ambas consideraciones se ven dificultadas, según dicen, por “incomprensibles trabas formales relacionadas con la acreditación de “lesiones psicológicas” en el profesional agredido”.

Graves agresiones

El SMA detalla algunas de las más graves agresiones ocurridas en Andalucía a lo largo de este verano, entre las que incluye la sucedida el pasado 21 de agosto en la provincia de Almería, cuando un médico fue insultado y golpeado con fuerza en el servicio de urgencias del Centro de Salud de Aguadulce Sur por un individuo, tras negarse a que fuera trasladado en ambulancia al Hospital de Poniente de El Ejido, como reclamaba el paciente, asegurando que sufría un cuadro convulsivo que a su entender era muy grave.

Sin embargo, el facultativo no solo no apreció estos síntomas, sino ninguno otro que aconsejara la evacuación en ambulancia, por lo que se negó a ello y dijo al paciente que debería pedir cita con su médico de cabecera.  Ante ello, el individuo le llamó “tonto”, le dijo que no tenía ni idea y se abalanzó sobre él, golpeándole con fuerza con la mano abierta, provocándole distintas lesiones.

Al día siguiente, el agresor fue condenado a ocho meses de prisión en un juicio rápido celebrado en Roquetas, además de a pagar una indemnización de 120 euros por los daños causados al médico, a una multa de un mes a 5 euros al día, y además deberá cumplir una orden de alejamiento respecto al profesional.

Aunque ésta ha sido una de las condenas más contundentes dictadas en Almería por la agresión a un profesional sanitario, el Sindicato Médico considera que “por desgracia son unas sanciones insuficientes que difícilmente disuadirán a futuros agresores”.

En Campohermoso

En Almería también se han producido otras agresiones graves este verano, como la que sufrió el pasado 13 de julio una médica que recibió un fuerte puñetazo en el estómago por parte de un paciente, que la desplazó varios metros en el punto de urgencias de Campohermoso. En este caso, al agresor fue condenado a pagar una multa de poco más de 60 euros y a cuatro meses de prisión que no cumplirá, al no tener antecedentes penales. También se le impuso una orden de alejamiento respecto a la médica.  

Pero sobre todas las provincias andaluzas, el SMA destaca la gravedad de lo sucedido estos meses atrás en Málaga donde, como dice, “esta intolerable lacra de la violencia contra los sanitarios ha alcanzado este verano unos niveles alarmantes”.

Estos actos de violencia comenzaron el 2 de junio, cuando una pediatra era amenazada de muerte por el padre de un menor ingresado en la UCI del Hospital Materno Infantil. Ese mismo día, en el Hospital Virgen de la Victoria, una enfermera recibía un puñetazo que la hacía caer al suelo. El lunes 31 de julio un paciente amenazaba con un arma blanca a la médica que lo atendía en las urgencias de ese mismo centro. Una paciente llegó a agredir en 24 horas a dos facultativos los días 31 de julio y 1 de agosto en los hospitales Costa del Sol y Virgen de la Victoria. Los días 13 y 14 de agosto, una médica embarazada fue agredida en dos ocasiones consecutivas, cayendo al suelo como consecuencia de un empujón en la segunda de ellas. Y el 19 de agosto, en las urgencias del Hospital Regional de la misma ciudad, dos individuos amenazaron de muerte a un médico y protagonizaron una reyerta cuando iban a ser detenidos por la policía.

Tras relatar a continuación agresiones sucedidas en otras provincias andaluzas este verano, el Comité Ejecutivo del SMA concluye asegurando que “por desgracia, aunque la Junta proclama su voluntad de proteger al personal sanitario de las agresiones, en la práctica se resiste a endurecer el castigo a los agresores y a mejorar la protección física, administrativa, laboral y jurídica de los profesionales agredidos”.

Para el sindicato, esta actitud, que califica de ”tibia hacia el agresor y negligente en materia de prevención de futuras agresiones, resulta cada día más difícil de explicar y se suma a las fuentes de desánimo y desapego de los profesionales hacia el sistema sanitario público”.