Mantecados en bañador: el ‘veroño’ en Almería

Productos otoñales y navideños llegan a las tiendas de una ciudad que sigue tumbada en la playa

Francisco G. Luque
11:45 • 09 oct. 2023 / actualizado a las 14:08 • 09 oct. 2023

Siempre se ha dicho que el mejor mes para disfrutar de las playas de Almería con paz y tranquilidad, lejos de los agobios típicos que se generan en julio y agosto, suele ser septiembre. Sigue haciendo buen tiempo y tiene como gran ventaja que desaparece de las calas del Cabo de Gata y de los negocios de hostelería el cada vez más insostenible bullicio que suele vivirse en pleno verano. En este 2023, esa privilegiada sensación de poder tumbarse al sol o darse un baño en el paraíso almeriense, sin cientos de personas alrededor, se está alargando también durante estos días de octubre en los que imágenes casi veraniegas chocan con las primeras estampas del otoño.



Almería es ahora mismo una ciudad llena de contrastes generados por el cambio climático. Las hojas de los árboles caen y llenan parques y aceras sobre las que gran parte de los ciudadanos siguen caminando en chanclas y con una toalla al hombro. Los termómetros rondan los 30 grados pese a encarar la segunda semana de octubre, mes en el que suele volver la manga larga y también las ganas de encender la chimenea o de asar castañas. Pero por ahora no es el caso en un 'veroño' que parece no acabar aunque ya en las tiendas los productos de temporada e incluso los navideños han empezado a tomar posiciones.   






Comer mantecados a 30º



A falta de más de dos meses para que se celebre la Nochebuena, el rostro de Papá Noel ya conquista numerosas estanterías en negocios de artículos de decoración o en supermercados. También han llegado los turrones y los primeros mantecados, entre otros dulces vinculados a las fechas navideñas como el panettone, típico de Italia. Es curioso que ahora mismo, en lugares como Mercadona, Carrefour o Aldi, puedan encontrarse todos estos productos mientras sus frigoríficos siguen repletos de helados que se siguen consumiendo como en julio.



No es extraño ver, como ocurría en la mañana de este lunes en Carrefour Express de la Avenida Cabo de Gata, a decenas de clientes haciendo sus compras con un outfit totalmente veraniego y mirando con cierta incertidumbre hacia el lugar en el que estaban ubicados unos polvorones que perfectamente se podrían comer en bañador en la orilla de la playa. Por sabor son más que apetecibles, pero quizás por la temperatura que sigue haciendo en Almería "no pega". 






Cabe recordar que en los últimos años se ha notado la clara tendencia por parte de las diferentes empresas de adelantar cada vez más la época en la que se ofertan los productos navideños, con el objetivo de alargar más en el tiempo su consumo además de permitir al ciudadano una mejor organización de cara a las fiestas que se concentran en diciembre.  


¿Apetecen unas castañas?

Otra de las cosas más típicas del otoño son las castañas. Este fruto enloquece a casi todo el mundo. La gente está deseando que llegue la temporada tanto para recolectarlas como para asarlas y pasar una agradable tarde en familia o con amigos frente a una chimenea en una casa rural. Este plan, sin embargo, va a tener que esperar por el momento. "Es que no pega con esta temperatura comprar castañas", asegura Ismael, dueño de la popular frutería Le Petit Marché, ubicada en Plaza San Pedro.




Pasar por la puerta de este negocio es todo un lujo para los sentidos. Fruta y verdura de temporada, de primera calidad, obligan a hacer parada obligatoria al caminante. Este lunes destacaban en su entrada granadas, caquis, castañas o boniatos, todos alimentos típicos que suelen comerse en estas fechas. ¿Pero le apetece a los clientes con este calor? Según Ismael, "hay de todo, son productos sabrosos, pero con el tiempo que hace a la gente le sigue apeteciendo todavía tomar un helado antes que un boniato asado".


La ciudad de Almería, donde ya a las 9:00 se marcaban los 25º, mira al ecuador de octubre, mes también de las calabazas y Halloween, con sus ciudadanos sentados todavía en la orilla de la playa, disfrutando de un sol de justicia, de un Mediterráneo en calma y las heladerías alargando su temporada. Se mantienen las bermudas, las gorras y las sombrillas de la playa. Los almerienses apuran los últimos coletazos de un largo verano mientras esquivan, desde hace una semana, las hojas muertas, la rebeca, los polvorones o al fruto del castaño, todos ellos mensajes subliminales de un otoño que ha llegado a medias.


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