Aquellos galanes de Tabernas

Pedro Baldó y Vicente Hita vivieron intensamente los años dorados de los rodajes

Vicente Hita y Pedro Baldó en uno de los rodajes que compartieron en el poblado de Tabernas.
Vicente Hita y Pedro Baldó en uno de los rodajes que compartieron en el poblado de Tabernas. La Voz
Eduardo de Vicente
20:18 • 15 abr. 2024

Aquí también tuvimos nuestros actores y aunque no llegaron a triunfar ni a vivir del cine, se llevaron como tesoro el haber disfrutado en primera fila de toda aquella magia que rodeaba los rodajes de las películas. Participar en una era una conquista para aquellos jóvenes que se vistieron de pistoleros y de galanes en los poblados fantasmas de Tabernas, que escucharon de cerca la voz del director pronunciando la palabra “acción”, que pisaron el mismo polvo que las grandes estrellas del celuloide.



Entre aquellos almerienses que probaron el néctar del cine estaban Pedro Baldó y Vicente Hita, que en esa pequeña parcela de la segunda fila, se puede decir que rozaron el cielo. 



En ‘Dos hombres de Texas’ tenían planta de actores principales. Empezaron haciendo de extras y terminaron apareciendo en papeles secundarios, aprovechando la facilidad que ambos tenían para interpretar diversos personajes. Pedro Baldó lo mismo hacía de indio que de pistolero, de moro tostado por el sol que de un rubio piloto de la aviación inglesa. Vicente Hita se defendía mejor como bandolero o haciendo de vaquero del lejano Oeste o de cazador de recompensas de los que desenfundaban con facilidad y después le sacaban brillo al revólver.



La juventud de Pedro Baldó está muy ligada al cine. Hay pocos que puedan presentar el currículum que él tiene desde que en 1962, siendo un niño, hizo de ‘morillo’ en una de las escenas de Lawrence de Arabia que se rodaron en el Parque. Viendo que ese mundo le fascinaba, tuvo la habilidad de, junto a varios amigos, formar un grupo de extras con los contactos necesarios para trabajar en la mayoría de las  películas que pasaban por la ciudad. En 1966 hizo de figurante en  ‘El bueno, el feo y el malo’, iniciando su faceta de pistolero, que fue el papel que más le tocó realizar a lo largo de su ‘carrera’ como extra. En 1968 disfrutó del contrato más largo que ha tenido en el cine gracias a la película Shalako.



Una de las anécdotas que cuenta Pedro Baldó de aquellos años es que los primeros plantes laborales que se hicieron en Almería en el franquismo tuvieron como protagonistas a los extras del cine. Pedían mejores condiciones: menos horas, más dinero y que les dieran de comer, ya que hasta entonces eran los figurantes los que tenían que llevarse de sus casas la comida para todo el día.



Entre los personajes más pintorescos que encarnó destaca el de centurión del cuerpo de guardia romano, en el rodaje de la película ‘Marco Antonio y Cleopatra. Allí pudo ver de cerca a todo un mito como Charlton Heston.  El sofocante calor de aquellos días de junio de 1971, obligaron a comenzar el trabajo a las  siete de la mañana en jornadas que se prolongaban hasta que se echaba la noche. Las quejas por la dureza de los rodajes hizo que la película estuviera en nuestra ciudad menos tiempo del que estaba previsto en un principio. 



Vicente Hita descubrió el mundo de los rodajes por casualidad. Un día, siendo un adolescente, pasó por delante de la puerta de las naves de autocares Roig, que estaban ocupadas por el departamento de atrezo de la película ‘El bueno, el feo y el malo’. Se quedó mirando toda aquella tramoya y un miembro del equipo le preguntó que si quería echar el día trabajando. Aceptó y lo pusieron a cargar con una de las mangueras de goma que llevaba la electricidad desde el camión electrógeno hasta el lugar de rodaje, en la zona de Rodalquilar. Al día siguiendo le ofrecieron trabajar de extra y así empezó su idilio con el cine. 



Los papeles que más veces encarnó fueron los de pistolero y los de vaquero. También hizo de bandolero en ‘Lola la piconera’, de periodista americano en ‘Las Vegas 500 millones’, y de lugarteniente de Ringo Starr en ‘El justiciero ciego’. Este fue uno de los papeles que  dejaron más huella en Vicente Hita, al que le impresionó ver tan de cerca al batería de los Beatles.


La película empezó a rodarse en el mes de julio de 1971. Vicente Hita formaba parte del grupo de forajidos que lideraba Ringo Starr. Cuando éste cae muerto, sus hombres tuvieron que llevar el féretro por el poblado. Uno de esos portadores era Vicente Hita. Tuvieron que rodar varias veces la escena porque era complicado llevar la caja con él dentro entre cuatro personas, con más de treinta grados a la sombra. Tanta participación en películas le metió el veneno de ser actor en el cuerpo. Un día, Vicente hizo la maleta y se fue a Barcelona a estudiar Arte Dramático. Allí realizó algunos papeles menores y hasta trabajó como galán de fotonovelas.


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