Un empresario suizo de origen almeriense, en la lista negra del independentismo

Hace unos días, ‘Anonymus Catalonia’ publicó su lista negra de supuestos enemigos de la patria catalana. En total, 80 personas “ultras, fachas, nazis, unionistas, jueces y gente de extrema derecha que alguna vez ha limitado la libertad de expresión o ha agredido verbal o físicamente a catalanes independentistas”, según señalan. Entre ellos hay un político y empresario suizo de orígenes almerienses: François Meylan.

Meylan nació en la pequeña ciudad suiza de Dornach en 1970, hijo de emigrantes almerienses: de Turre y Cuevas del Almanzora, concretamente. De hecho, le unen fuertes lazos familiares con el Levante almeriense, a donde regresa cada vez que tiene la oportunidad. Es asesor financiero, político y escritor, aunque anteriormente también fue policía, militar y periodista.

Amante de España por sus orígenes y buen conocedor de Cataluña por ser la tierra de la madre de sus hijos, Meylan se ha convertido en uno de los mayores representantes del unionismo en tierras suizas. “Mi objetivo es luchar contra la propaganda del independentismo catalán y que la gente en Suiza conozca lo que pasa de verdad en Cataluña, porque están muy mal informados por culpa de que los medios de comunicación no hacen bien su trabajo”, explica a LA VOZ. “En Suiza muchos medios están manipulados y es imposible escribir contra el separatismo sin ser boicoteado”, lamenta. Aún así, escribe habitualmente artículos en España y “algunos medios suizos independientes que aún pueden decir la verdad”.

Por ello, François Meylan no ha pasado desapercibido para los independentistas más radicales que lo han incluido en una ‘lista negra’ donde hay otras personalidades como Alberto Ruiz-Gallardón, Jaime Mayor Oreja, el exministro Rafael Arias Salgado, el eurodiputado de Ciudadanos Javier Nart, o Agustín Vigo Morancho, presidente de la sala 14 de la Audiencia Provincial de Barcelona, entre otros.

Reconoce que “fue una sorpresa desagradable verme en esa lista”. “Me avisaron unos amigos y compañeros de la resistencia y rápidamente pensé que esta era una oportunidad más para demostrar lo que sé desde siempre: el independentismo catalán nunca fue pacífico de verdad”.

Lucha desde Suiza

Tras el referéndum del 1 de octubre de 2017, Meylan decidió viajar hasta Barcelona para conocer de primera mano cuál era la situación. “Los medios suizos no nos contaban la verdad”, dice. Así, comenzó a preocuparse por hacer llegar a los suizos la realidad y luchar contra “la propaganda de Òmnium Cultural y la ANC”.

En enero solicitó por carta al Gobierno de Suiza una mayor vigilancia de ciertas actividades propagandísticas del independentismo en territorio suizo, como la publicación de vídeos comparando la situación de Cataluña y España con la de Ucrania y Rusia.

Después, en marzo decidió crear la página de Facebook ‘Catalunya peuple d’Espagne’ para “informar a la población de Suiza de las mentiras separatistas”. Más tarde, se convirtió en un comité integrado por personas de Suiza, Barcelona, Bruselas, Gerona y Valencia que realiza y difunde investigaciones, artículos de prensa, entrevistas y manifestaciones, todo ello para informar mejor la población.

Coincidiendo con la celebración de la gran manifestación de Barcelona del 9 de septiembre a favor de la unidad de España, Meylan organizó una concentración en la Plaza de las Naciones de Ginebra (Suiza). Allí, informó a los asistentes del “doble golpe de Estado en España: al Estado de Derecho y a la Educación, ya que el pueblo catalán es rehén de un proyecto separatista y la infancia está siendo manipulada”, explica.

Su última actuación ha sido pedir la apertura de investigación penal al Ministerio Público de la Confederación (MPC), contra Quim Torra por apología de la violencia el 1 de octubre de 2018 y contra sus presuntos apoyos en Suiza. “Pensamos que la ANC no funciona como una asociación cultural sino como un instrumento político en beneficio de intereses particulares. No es de ninguna manera representativa de Cataluña. Además, ANC apoya a delincuentes y ha promovido vídeos de propaganda engañosa diseñados, entre otros, por Òmnium Cultural.

Los lazos amarillos

En los últimos meses, el empresario de origen almeriense ha viajado en varias ocasiones a Cataluña. La última hace un par de días, el 12 de octubre, para celebrar el Día de la Hispanidad y reunirse con otros representantes antiindependentistas. Y es que, ‘Catalunya peuple d’Espagne’ es un comité apolítico y transversal que trabaja conjuntamente con muchas asociaciones como ‘Somos Tabarnia’, ‘Foro de España’ o la ‘Sociedad Civil Catalana (SCC)’.

La noche del 28 a 29 agosto, Meylan viajó hasta la Costa Brava para unirse a un grupo de activistas y retirar de las calles cientos de lazos amarillos colocados por los independentistas. Algunos medios nacionales como ‘OKDiario’ se hicieron eco de su actuación, lo que sin duda ha ayudado a ganarse el odio de los radicales que ahora lo señalan como uno de los “enemigos de la patria”.

“Quiero evitar la guerra”

Meylan es pesimista con respecto a la situación en Cataluña. “Los políticos han esperado demasiado y Catalunya es ahora un laboratorio de desestabilización extranjero, ya que no solo actúa contra España, sino contra la Unión Europea”, lamenta. “No se puede dejar la Generalitat en manos de delincuentes. Cataluña es la autonomía de España con más casos de corrupción y el sistema separatista se financia con corruptos y con la participación de organizaciones criminales”. Por ello, el empresario y político suizo ve una deriva similar a la que provocó la I y II Guerra Mundial, por lo que augura un conflicto europeo si no se pone solución.

Considera necesario que el Gobierno central recupere las competencias de la Educación y de la Seguridad. “La suerte es que la ‘mayoría silenciosa’ no independentista se ha despertado y ahora lucha con mucha valentía”.

Ni las listas negras van a amedrentar a este suizo-almeriense que lucha por la unidad de España. “Es mi destino —admite—, mi objetivo es evitar una guerra y que Suiza sea cómplice de delincuentes como Marta Rovira o el lobby de la ANC”.