Hoy será el día. Este viernes se reúne el Comité de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto para decidir si la capital y otros municipios pueden abrir ya sus establecimientos hosteleros y comercios no esenciales tras varias semanas de restricciones por la expansión de casos del coronavirus.
En principio, la reunión estaba prevista para última hora de la mañana de ayer, pero se decidió que todas las provincias celebraran las reuniones de sus comités el mismo día. Así que se decidió aplazarlas a este viernes.
“Los comités territoriales han aplazado su celebración al día de mañana por ajustes administrativos. Este hecho es puntual y no afectará a la fecha de entrada en vigor de las medidas que se adopten ni al periodo de vigencia de las mismas”, explicaba una fuente oficial de la Junta.
Cambios previsibles
En el caso Almería, al revisarse la tasa de incidencia de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, los cambios podrían suponer que más de la mitad (53) de los municipios quedaran sin medidas restrictivas a partir del sábado.
Hasta hoy se encuentran 45 municipios con toda la actividad no esencial clausurada. Hoy podría reducirse esa cifra a 22 si se confirman los datos de incidencia del día de ayer. Y a 21 si la capital rebaja un poco más su tasa. Ayer, la ciudad se quedó a las puertas de pasar de una fase a otra. Por un solo caso registró una incidencia acumulada de 1.000,4. A partir de 1.000 es obligatorio cerrar la actividad no esencial.
Si sigue la tendencia a la baja en las últimas horas, todo indica que la capital pasaría a formar parte del grupo de municipios con solo cierre de ‘fronteras’.
O, lo que es lo mismo, el Comité de Alertas decretaría la apuerta de bares, restaurantes y negocios no esenciales a partir de la jornada del 13 de febrero, y solo afectaría el cierre perimetral a menos de una treintena de municipios.
Sin bares
Así las cosas, si la capital sale del listado de cierres de actividad no esencial, esa medida solo afectaría a las localidades de Alhama de Almería, Antas, Armuña del Almanzora, Bacares, Balanegra, Bayárcal, Benahadux, Carboneras, Fiñana, Huércal de Almería, Los Gallardos, Garrucha, Mojácar, Olula del Río, Tíjola, Turre, Urrácal, Vera, Viator, Senés y Lúcar.
Estarían fuera, por tanto, Adra, Albox, Alicún, Almócita, Bentarique, Cóbdar, Cuevas del Almanzora, Chirivel, Fines, Gádor, Huércal-Overa, Instinción, Laujar de Andarax, Macael, Níjar, Oria, Pechina, Pulpí, Somontín, Sorbas, Tabernas, Taberno, Vélez Blanco, Vélez Rubio y Zurgena.
No obstante, casi todos ellos pasarían a la fase de cierre perimetral.
‘Frontera’ cerrada
Con los datos de ayer, deberían seguir con cierre perimetral (no se puede entrar ni salir del municipio salvo causa justificada) las localidades de Bédar, El Ejido, Íllar, Partaloa, Purchena, Sierro, Vícar y Suflí.
Asimismo, se sumaríán a la relación de municipios sin cierre de ‘fronteras’ los núcleos de Arboleas, Berja, Canjáyar, Huécija, Padules, Rágol, Rioja, Roquetas de Mar y Serón.
Si la capital saliera finalmente de la lista de localidades con cierre de lo no esencial, la gráfica de la población afectada por restricciones cambiaría de forma notable. En concreto, a unos 170.000 almerienses solo se les aplicaría el toque de queda a las 22 horas o el cierre de hostelería a las seis de la tarde; misma medida, junto al cierre perimetral, para unos 460.000. El resto, unos 100.000, no tendría ni bares ni comercios abiertos.
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