Última jornada de Liga en Primera División. Cádiz, Valencia, Getafe, UD Almería, Celta y Real Valladolid quieren evitar el puesto 18, la plaza de descenso que aún queda libre. Los seis protagonistas saltan a escena a la misma hora con un único objetivo: GANAR. En el caso del conjunto de Rubi, la visita al Espanyol tiene un peligro añadido, y es que su rival viene de certificar su adiós a la categoría y puede descargar toda la rabia que lleva acumulada no solo por su mala temporada, sino por algunos errores arbitrales como el de Valencia, anulando un gol a César Montes que era el 1-3.
La plantilla hará sus entrenamientos y su partido, y la afición también. Hay que recordar que esta afición está completamente loca, en el buen sentido de la palabra, porque siempre ha estado con su equipo sin importar kilómetros o precios de entradas. Imposible olvidar a Alfonso García como un seguidor más en Los Cármenes, allá por el 2014, en señal de protesta a Quique Pina, por aquel entonces presidente del Granada, por el elevado precio de las localidades de la grada visitante. Fue en Primera. Allí ganó 0-2 el equipo de Francisco.
Citas históricas
Echando la vista atrás en la última década se encuentra de todo. La última jornada pone a prueba los corazones y todo comenzó en 2013, con más de tres mil almerienses viajando a Villarreal para disputarse el ascenso directo con el submarino amarillo. Fue una fiesta ejemplar, con las dos hinchadas compartiendo la previa, y aunque no hubo ascenso para el Almería, sí llegó después por la vía del Play Off. Eso debe ser el fútbol, una celebración, una convivencia.
Luego está Granada. Un año más tarde y con el Almería tratando de escapar del descenso, un 0-2 con dos goles de penalti de José Verza y Aleix Vidal dieron la salvación virtual al conjunto de Francisco con más de un millar de rojiblancos en las supletorias de las esquinas de Los Cármenes, y con Alfonso García y Ricardo Martínez entre ellos.
Ya en el año 2016, en Córdoba, hasta el alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco, y todo su equipo de gobierno, se pusieron la camiseta de Almería para no perder la Liga Profesional. Un proyecto hecho para ascender fue a El Arcángel pensando en no bajar a Segunda B. Un gol de Quique González y el empate de Raúl de Tomás dejaba contentos a ambos porque el Córdoba era de Play Off y el Almería se salvaba con Fernando Soriano de entrenador. Fueron más de 2.000 almerienses.
Segunda B, a las puertas
Pelos de punta en el 2018, el único con el Almería sin depender de sí mismo. Fue a Lugo con alrededor de medio millar de valientes a jugarse la permanencia en Segunda. Empató a uno con gol de Fidel Chaves, y gracias al triunfo del Numancia contra la Cultural Leonesa el equipo se quedó en la LFP. Un día entero en carretera para cruzar España y celebrar otro objetivo en la última jornada de competición. Fue el viaje más agónico en mucho tiempo.
El recuerdo más cercano es el de Leganés. Camisetas rojiblancas repartidas por todo Butarque. Unos 3.000 almerienses festejaron más el gol de Gio Zarfino en el Alcorcón-Eibar que los de Ely y Sadiq, ya que la derrota armera metía al Almería en Primera y como campeón, con Turki Al-Sheikh en la Tribuna. Almería volvió a demostrar que en los momentos más difíciles e importantes sabe dar el calor necesario a sus futbolistas.
Primera División
Y lo del domingo en Cornellá-El Prat merece otra mención especial. Son 600 entradas que han volado más las que se vienen retirando en la web del Espanyol en los sectores más cercanos, el 227 y 233, para aquellos que se quieran unir a la última cita de la campaña. Domingo, 21:00 horas, con tantos que habrá pedido permiso en el trabajo para librar el lunes o directamente incorporarse un poco más tarde a la jornada laboral o a los centros educativos.
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