La flecha sigue apuntando hacia abajo. El Almería compitió con todo lo que tiene frente a la Real Sociedad pero se juntan demasiadas cosas para que la derrota sea ya una rutina en la familia rojiblanca. Entre los errores de cada partido, decisiones arbitrales cuanto menos dudosas y la calidad del rival, el equipo de Champions gana por defecto.
El planteamiento de Garitano fue parecido al de Vitoria, con un once muy junto dejando pocos espacios. El único peligro que llegaba a Maximiano lo protagonizaba Sadiq, que se fue apagando hasta el descanso, siendo sustituido. Con la manta el Almería se tapó los pies y descubrió la cabeza, porque no inquietó en ningún momento a Álex Remiro.
Orden
Alguacil no veía claro el panorama y metió a Merino y Kubo, pero ni por esas el Almería se desdibujaba. El partido entró realmente en su punto de ebullición a partir del minuto 50, con un gol bien anulado a Turrientes al rematar con la mano. El análisis de Díaz de Mera llegará más adelante. Pasada la hora de partido, el error de cada día. Saque de esquina que peina en el primer palo Elustondo y remate a placer Oyarzabal. El mazazo dolió, y a la vez hizo quitarse el cinturón de seguridad al Almería. Se fue a por el empate asumiendo muchos riesgos; Arribas aprovechó un rechace de Remiro para marcar en el 76’. El Mediterráneo explotó de felicidad porque ese empate valía más en lo mental que en la tabla. Hubo hasta contragolpes para soñar.
Sin embargo, a este Almería todo le da la espalda. Comete sus fallos, muchos de ellos impropios de la categoría, pero nada le sonríe. Garitano y Alguacil oliendo el empate, minuto 90, y un penalti por mano de Akieme que solo le pasa a un equipo condenado e instalado en el último puesto de Primera.
Eso sí, antes hubo una acción en el área más que dudosa de Le Normand a Ramazani. Díaz de Mera en el campo y Ortiz Arias en el VAR tomaron el camino más sencillo: ni revisar en el monitor ni pitar. Terminaron desquiciados los rojiblancos porque hay contacto entre el central y el atacante cuando va camino de la portería.
El penalti de Akieme parece claro, pero ni los profesionales saben qué es mano y qué no en esas acciones porque no ve venir el balón. Eso sí, a este Almería se le pita muy fácil. Carlos Fernández en el descuento marcaba el segundo y hasta luego a la opción de pescar un punto. Para terminar de golpear la moral almeriense la repetición del gol de Oyarzabal con mismo protagonista en la asistencia, Elustondo, y diferente rematador: Zubimendi. La Real Sociedad ganó por defecto. El rival hizo más, pero los rojiblancos también para no irse de vacío.
No llega
Ni un solo reproche de la grada al futbolista. Lo que no perdonará el abonado y el espectador es que su equipo se deje llevar y asuma la derrota antes de tiempo. Hay una luz al fondo del camino que indica que todavía puede haber algo de vida. Con lo que tiene en plantilla no da para robarle puntos a equipos de Champions, aunque igual sí frente a los de su Liga si muestra más valentía. La flecha dice que no con decisiones arbitrales dudosas y errores propios como no saber defender un balón parado.
FICHA TÉCNICA
UD ALMERÍA Maximiano, Akieme, Édgar, Chumi, Mendes, Lopy (Marciano, 90’), Robertone (Melero, 70’), Arribas (Baba, 85’), Embarba (Lázaro, 70’), Ramazani y Leo Baptistao.
REAL SOCIEDAD Remiro, Aihen Muñoz, Elustondo, Le Normand, Traoré, Zubimendi, Turrientes (Olasagasti, 80’), Zakharyan (Cho, 70’), Barrenetxea (Take Kubo, 45’), Oyarzabal (Carlos Fernández, 65’), y Umar Sadiq (Mikel Merino, 45’).
GOLES 0-1, min 62: Oyarzabal. 1-1, min 76: Arribas. 1-2, min 90: Carlos Fernández, de penalti. 1-3, min 94: Zubimendi.
ÁRBITRO Díaz de Mera Escuderos.
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