La grada mantiene la fe...

Partido programado a las dos de la tarde que no es la mejor para jugar al fútbol. Pese a ello más de doce mil almerienses se dieron cita en las gradas del Power convencidos de que su equipo podía ganar al líder. No lo logró, pero tampoco salieron defraudados, sino todo lo contrario.
    

La hinchada rojiblanca estuvo de diez, que digo de sobresaliente, de eso nada, de matrícula de honor. Un comportamiento y una fidelidad de la afición en un año sin victorias y plagado de penas que habla de la madurez de una parroquia fiel que se ha doctorado como hinchada de Primera por méritos propios.

Así las cosas se llega al primer asalto de la segunda vuelta con sólo 6 puntos y la salvación a una distancia de 10 sobre la salvación, pero transmitiendo la sensación de que afición y equipo creen en el milagro.
    

Para consumarlo necesitan que desde la dirección deportiva se les incentive y se les ayude con los tres fichajes que todo el mundo demanda. Sabemos que con el límite salarial justo y con no demasiadas opciones la labor de reforzar mejorando no es fácil, pero en ello está el mérito de los profesionales responsables de esta parcela. Fichen y fichen bien.