LA OPINIÓN DEL DÍA: El partido frente al Alavés era la prueba del algodón para los jugadores del Almería ante casi 14.000 aficionados que se niegan a gritarles "mercenarios" aunque un reducido grupo lo hizo y está grabado en la Cadena SER. El buen partido en el Metropolitano como el realizado en Monjuit, ante Girona o en el Bernabéu era el claro reflejo de que nuestros jugadores estaban expuestos al mercado con la Segunda en el horizonte y había que hacer algo distinto que llamara la atención de otros clubes. Los agentes no son tontos y avisan a sus representados de que existe un interés al que se le pueden añadir ceros en función de una brillante actuación ante los llamados grandes de LaLiga. Buenos partidos con los mismos resultados de siempre con un entrenador que no gana partidos y con el desencanto de una provincia que va perdiendo imagen y valor por obra y gracia de su equipo. Es cierto que no merecieron tanto castigo pero siempre pasa algo.
Era mentira todo lo que vimos porque no se juega igual en el Bernabéu que en Mendizorroza por poner un ejemplo. No tiene la misma repercusión un gol al Real Madrid que otro al Alavés y pasó lo que tenía que pasar en una noche a la que todos fuimos con la sensación de que algo iba a cambiar y para bien. Menudo chasco nos llevamos viendo al Almería dominar al contrario sin pegada, perdiendo todas las disputas y regalando goles. Aparecía el Almería que todos conocemos.
Los grandes te dejan jugar pero lo que son de tu liga te asfixian en la presión y tienes que ponerse ese plus del que carecen nuestros jugadores. Está de Dios que bajemos a Segunda pero existen muchas formas de hacerlo y hemos elegido la peor. Se habló de Europa y toda Europa habla del Almería como el peor equipo de todas las grandes Ligas.
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— La Voz Deportes (@LaVozDeporteAlm) January 30, 2024
📺"Cuando todo el mundo ve a nuestras estrellas"
🎒"Con los equipos de su Liga la pesada mochila" pic.twitter.com/7YK7nbqPE3
Se venden
Los partidos que nos ofreció el Almería ante los llamados grandes respondían a un interés individual que se sumaba en muchos jugadores y para nada era ese cambio que seguimos esperando y que no va a llegar. Vender la mejor imagen de los jugadores es tarea del agente y de su representado y: se hizo bien.
Todos vimos al mejor Lopy de LaLiga en esos partidos cuando contra el Alavés ni apareció. El mejor Arribas como el mejor portero de la temporada y Edgar brillando como nunca. Luego Embarba volvía a ser Embarba y Chumi a ver como le pasan los contrarios por sus narices. Era el escenario. Era el mercado.
Escaparate
Un partido de viernes ante casi 14.000 aficionados no les motivaba a nuestros muchachos que sin hacerlo tan mal como dice el marcador no iban como frente al Real Madrid ni les dejaron esos espacios que solo los clubes grandes te ofrecen porque van a otra cosa.
Pocos van a salir del Almería por sus brillantes actuaciones pero no tendrán queja los agentes de sus representados ya que hicieron bien su papel llamando la atención de posibles pretendientes para salir huyendo del colista de Europa.
Descenso
Y ahora viene lo mejor. Acabar la temporada compitiendo con dignidad porque los aficionados ya no le van a pasar ni una en el Mediterráneo. Se lo han ganado a pulso y todo apunta a un final largo y complicado. A un alma en pena por los campos de España. Toca un Almería del desencanto.
La dignidad no se toca y apelamos a que los futbolistas luchen por el escudo y por la camiseta como si cada partido se celebrara en el Bernabéu. Ellos dirán que juegan igual en todos los campos pero yo les digo: tururú.
Era el escaparate. Fue un espejismo.
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