Lo ocurrido el pasado viernes en Balaídos considero que fue un resumen de lo que le ha acontecido al once almeriense a lo largo y ancho de esta lamentable campaña en la que todo ha salido no sólo mal, sino lo siguiente.
El Almería estaba compitiendo bien, mantenía a raya al Celta y a Maximiano sólo le habían inquietado una vez. Poco después de la media hora de juego Bruno Langa culminaba un ataque de su equipo mandando un obús sobre la meta rival que superó a Guaita y se estrelló por la parte interior del palo sin llegar a entrar. Con el 0-1 en el electrónico hubiéramos entrado en otro partido. En una acción calcada Mingueza logró el tanto de la victoria de los suyos porque la pelota tras estrellarse en la madera besó la red de la meta de Maximiano.
Ha sido la gota que ha colmado el vaso de la mala suerte que ha acompañado a los nuestros durante toda la campaña. Al Almería de la primera parte sólo le faltó tener más presencia en el área contraria. Estaba claro que la mejor arma atacante del equipo de Garitano era Luka Romero que venía de firmar un doblete y que se mostraba como el delantero indálico con más capacidad de desestabilizar a la defensa rival. Antes de llegar al descanso el extremo caía lesionado en una acción fortuita con su compañero Pubill y tenía que dejar solos y desamparados a sus compañeros.
Sala médica
La plaga de lesiones que han perseguido al Almería a lo largo del curso no quiso dejar de estar presente en el duelo decisivo de Balaídos apuntando una vez más a la linea de flotación de la vanguardia como ha hecho desde la llegada de Garitano con Luis Suárez y Koné.
El árbitro de turno no quiso perderse el acto final por la permanencia. Pese a que Sánchez Martínez es un buen árbitro, quizás el mejor, sucumbió a la tentación de perjudicar al último de la fila. En el minuto 65 con empate sin goles en el marcador, expulsó con roja directa a Bruno Langa por una entrada con la pierna a la altura del pecho del contrario, pero sin llegar ni siquiera a tocarle. Una sanción injusta y desproporcionada que no hace sino añadir una última gota al vaso de los errores arbitrales que han perjudicado al Almería.
Resulta curioso que en algunos medios almerienses se insista en la estadísticas de récords negativos de la campaña de nuestro equipo sin hacer mención a otra estadística no menos significativa, la de haber padecido el robo arbitral más grande del siglo en el Bernabéu.
Futuro
Asumido que la próxima temporada vamos a jugar en Segunda, lo cual no es nada deshonroso ni que nos pueda hacer que nos tengamos que rasgar la vestiduras deportivas, corresponde a la dirección deportiva comenzar a trabajar en la planificación de la próxima temporada.
Asumido que Garitano no va a seguir hay que hacerse con los servicios de un entrenador, a ser posible con el mejor de la categoría. Dirección deportiva y entrenador deben ponerse a trabajar de la mano más pronto que tarde para confeccionar un plantel que sea capaz de asumir con cierta garantía el reto de retornar a Primera.
Quiero terminar este artículo pidiéndole a los jugadores de mi equipo que se dejen el alma para ganar al Sevilla o a Las Palmas para que los agoreros se olviden del Derby County y que superen la barrera de los 15 puntos al final de la campaña para que los negativos dejen de hablar del Sporting, que es el equipo que menos puntos ha sumado en una temporada el Primera, quince.
Quiero destacar que La Unión tiene dos grades tesoros, su presidente Turki, y su afición. Una hinchada de Primera que volverá a mostrar su almeriensismo desde la categoría de plata. Aviso a ‘listillos indocumentados’, los jugadores del Almería están muy bien pagados y cobran religiosamente desde que Turki se hizo cargo del equipo. Tonterías y sandeces, las justas.
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