A falta de cinco jornadas para que finalice la temporada más triste de todos los tiempos, los jugadores del Almería empiezan a pensar en su futuro, que no es nada halagüeño por el descenso a Segunda, y la pérdida de valor de mercado de todo un colectivo que no ha respondido a lo que de ellos se esperaba. El club empieza a colocar el ‘cartelito’ de se vende a algunos de sus futbolistas que viven ajenos a lo que gestiona la entidad. Cada ventana de fichajes es una incógnita para los profesionales que asisten con la duda a lo que se cuece en el club, Jugadores con contrato en vigor no cuentan para la campaña venidera, porque su ficha se escapa de lo establecido para un Almería de Segunda y deberán negociar su salida.
Si se tiene en cuenta que solo Diego Mariño acaba contrato el 30 de junio, aunque con la posibilidad de uno opcional si el club quiere, todo lo demás queda en el aire para que la mano de Joâo Gonçalves encuentre destinos buenos (y otros no tanto) para los profesionales que han dejado al club en una categoría inferior. Nadie tiene segura la continuidad en el Almería y algunos de los que parecen fijos, se las verán en la sede para rebajar la nómina o buscar una salida buena para ambas partes.
Lista
En la mente de todos están los jugadores más caros de la plantilla como los primeros en negociar una salida del Almería. Cuatro de ellos con firma hasta el 2029 que no van a jugar en la Segunda por calidad y mercado. Pubill, Arribas, Lopy y Luis Suárez son futbolistas con mucho mercado llamados a dejar dinero en las arcas del club, pero no van a salir a cualquier precio. El Almería tiene puesto un ‘cartelito’ a cada jugador y habrá sorpresas ya que todos entran en el mercado y están sujetos a un pago acorde a lo que espera el Almería para afrontar la salida de la entidad. Pepe Mel sin marcarse fecha de caducidad trabaja para el presente y deja pinceladas de futuro de las que vivirá el director deportivo, Joâo Gonçalves, a la hora de decidir los que siguen y los que se marcha.
Ficha
Bajar a Segunda implica una rebaja de presupuesto, una caída de tope salarial, y una pérdida de valor que ‘pagarán’ los profesionales con una salida o compitiendo en Segunda cobrando menos dinero. Ellos firmaron en su mayoría un largo contrato para jugar en Primera y se han visto en el pozo. Con unas fichas que no son asumibles en Segunda y habrá que dar bajas que en muchos casos van a ser dolorosas, por tratarse de jugadores que se ganaron un lugar en el club y han calado a nivel de afición.
Inversión
El Almería tiene claro que la inversión realizada no la va a recuperar fácilmente y perderá dinero con el descenso, pero eso no implica dejar salir a los jugadores a cualquier precio. La idea es buscar una salida a los futbolistas más caros mediante una cesión o ventas, que serán dolorosas ya que hay muchos futbolistas de talento, que de no haber bajado el equipo, hubiesen completado su largo contrato en el Almería.
Negociación
Tanto los que se quieren marchar para no jugar en Segunda como los que tienen intención de acabar su contrato, están sujetos a una larga negociación por su alta ficha. El Almería hizo un gasto de 52 millones de euros la pasada temporada, y no será fácil recuperar esta cantidad con el equipo en Segunda, y pérdida de valor de la mayoría de sus jugadores.
Las ventas no serán fáciles para la entidad.
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