El Almería ya es de Segunda División y ha tenido tiempo para asimilarlo, porque toda LaLiga ha sido un camino de espinas. Ahora que ya no hay solución también es importante no volver a caer en la tentación de tirar la casa por la ventana con el dinero que te da LaLiga para volver a Primera. Existe un precedente cercano que casi termina en Segunda B y que sigue ligado a la entidad rojiblanca. Es Pepe Bonillo, que las pasó canutas aquella temporada con la economía, y puede dar la mejor información al CEO ya brazo derecho de Turki.
Urcisol
Lo primero que tiene que hacer El Assy es llamar a Urcisol y que le pasen con Alfonso García. Quedar para comer buen pescado en Águilas y que le cuente su experiencia el mandatario con más años en el trono del Almería UD. Se salvó por los pelos en Córdoba, en un partido de caballeros cuando tuvo más dinero que nadie y firmó lo que le daba la gana para subir a Primera. Esa temporada el presidente del Almería se aprendía la lección. Ojo, se puede volver a repetir. Se suele tropezar dos veces con la misma piedra. Pepe Bonillo era el responsable económico de aquel Almería del gasto desmedido y ahora está en el organigrama de Turki. Nadie como él para decirle a El Assy que no se vuelva loco no vaya a ser que se repita lo vivido en aquella temporada 2015-16 cuando casi se muere de riqueza en esta ciudad tras un descenso no tan traumático como el actual. Con las manos llenas de dinero se ficha lo que se quiere pero no se suelen hacer buenos equipos y esto le pasó al presidente de Águilas.
Alfonso García
Había bajado el Almería de mala manera por errores propios y arbitrales, y llegaba mucho dinero a las arcas del club por el descenso. El presidente salió al mercado y firmó a golpe de talonario a lo mejor de cada casa y completó una selección de estrellas que le salieron rana desde la primera jornada.
Se gastó más que ningún equipo y se salvó por los pelos con Fernando Soriano que hizo un Emery pasando del campo al banquillo. Lo que pasó con el presidente residente en Águilas se puede repetir con el que vive en Arabia Saudí. Están a tiempo de avisarle. Llamen a Pepe Bonillo. Nadie como él sabe como lo pasó aquel Almería para sobrevivir en Segunda. Hubo presupuestos más caros tras aquella temporada pero ninguno con Alfonso. Dilapidó el dinero de LaLiga sin mantener el bloque y haciendo una selección de los mejores para que Sergi Barjuán (que se quedó porque no tenía nada mejor) fracasara en el invento. No se tomaron medidas y aquello pudo acabar muy mal para el Almería.
Cinco entrenadores
Sergi Barjuán pagaba los platos rotos y era despedido el 3 de octubre llegando Miguel Rivera, Joan Carrillo, Pipo Gorosito y el salvador Fernando Soriano. No hubo manera de levantar a aquella plantilla plagada de grandes futbolistas que no hicieron equipo y dio para seguir en la LFP. Para Alfonso fue una lección a tiempo y no volvió a caer en la tentación. Con aquel batacazo del Almería el presidente se encerró en su despacho de Urcisol con Pepe Bonillo (que ahora está con Turki) y borró de su mapa la palabra ascenso porque ya se trataba de no caerse al pozo sin dinero fresco de LaLiga para gastar, y con lo justo a nivel de patrimonio de futbolistas con poco que vender. Nacía el Almería de hambre y pasaban las temporadas, unas mirando hacia arriba y otras siempre a por los 50 puntos que te daban derecho a seguir en Segunda. Alfonso agotó su caudal y esperó la llegada del jeque o de otro que le comprara el gran paquete de acciones: no podía más.
Los ricos
Clubes históricos que bajaron a Segunda como Atlético, Sevilla, Valencia o Betis lo han pasado muy mal para regresar a la élite. La mayoría de equipos históricos gastaron una fortuna para volver a Primera y se dieron con la realidad de una categoría que no perdona y de la que te puedes caer al pozo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/274659/que-el-assy-llame-a-alfonso-garcia