Juan Rojas, el ‘jefe’ del Almería

Habla el entrenador del Almería de la importancia del vestuario en un equipo y siempre ha puesto mucho hincapié en el control del mismo. Nada nuevo para los aficionados del Almería que desde la temporada 1971-72 asistieron a un modelo que no tuvo un inventor definido (antes no se escribía de esto), pero con el paso de los años todo apunta a que era Juan Rojas el hombre del núcleo duro. En Regional Preferente no se vivía del fútbol y el vestuario estaba plagado de almerienses como en la Primera División seguía Rojas y todo el grupo de paisanos y otros que sin serlo se apuntaron como Gregorio, Garay, Ricardo Martínez, Rolón…

El jefe

Rojas no hacía ruido y pasaba de puntillas por la prensa local pero era el gran jefe del Almería y lo pueden decir todos los presidentes que tuvo desde Ángel Martínez a Alfonso García Sánchez o Gómez Pomares. Las llaves del vestuario las tenía Rojas y era el primero en enterarse de las gestiones para fichar a determinados jugadores. Se le consultaba por aquello de la vida que llevaba el candidato y Rojas daba su versión. Pasaron muchos entrenadores y muy buenos pero Rojas era el que mandaba dentro y se formaron grandes familias que hoy se denominan núcleo duro. Juan Rojas Peña se queda muy lejos de la juventud que ahora va al Mediterráneo pero es bueno que no se pierda su legado como futbolista, que es inmenso, ni lo que hizo para lograrlo que iba más lejos de la calidad y se metía en el terreno social. 

Los de Almería eran mayoría en el vestuario y los que llegaban eran recibidos por Rojas y les leía la cartilla en el sentido de lo que representaba el club. 

La palabra de Rojas iba a misa y aquello se iba de las manos a base de ascensos de categoría sin sacar los pies del tiesto y siendo un equipo sencillo que se prodigaba en la calle a nivel de afición.

Familia

Los directivos del Almería le consultaban todo a Juan Rojas y éste nunca falló. Por ello, desde Regional hasta Primera llegó la Agrupación Deportiva Almería con un núcleo duro que era la clave del éxito como así lo anunciaban los directivos. Rojas, Alfonsín, Gregorio, Paniagua, Maxi, Piñero, Camacho, Martínez, Cayuela, Zapata... Y así se pueden anotar nombres de jugadores que formaron la gran familia de aquel Almería que asombró a toda España pasando de largo por la Segunda desde Tercera División y hasta Primera. Todos con Juan Rojas como el artífice de una gran familia que iba del campo a comer junta y si salían de marcha todos de la mano y en tiempo y forma. Claro que salían y entraban aquellos jugadores y lo sabía toda Almería pero como dijo un día Maguregui: “Acaba de llegar, no ha dormido y ha sido el mejor en el entrenamiento, ¿Cómo lo castigo?”. Eran otros tiempos pero el mismo fútbol de toda la vida. Ellos fueron artífices de una gesta y el vestuario fue la clave.

Dinero

Aquellos jugadores que no llegaban a fin de mes en Regional Preferente tampoco se ‘forraron’ en Primera pero no les faltó el dinero y era Juan Rojas de los más comprometidos a la hora de que no hubiese desajustes enormes en las nóminas. Vinieron jugadores a golpe de talonario y ganaban mucho pero no se olvidaron de los que llegaron tirando del carro y hubo aumentos de sueldo que no salían a la calle y donde la mano de Juan Rojas se notaba. Maxi, Rojas, Camacho y otros que brillaron en Primera eran de Almería y venían de la cantera. 

Ellos sí que daban valor al dinero que les llegó gracias a ese núcleo duro del vestuario que lideraba Juan Rojas. El jugador almeriense no era capitán para portar el brazalete y su filosofía futbolística fue clave en el éxito de la A. D. Almería. Ahora que se habla de vestuario que miren la trayectoria de Juan Rojas. Mantener un núcleo duro en el vestuario es un seguro de vida para el entrenador a la hora de alcanzar el éxito.

Almerienses

Juan Rojas fue el único futbolista que llegó a la máxima categoría desde la Regional Preferente mientras que Maxi salió al Real Oviedo en la 1973-74 y volvió para subir con Maguregui. Rojas llevó el brazalete de capitán en un Almería con Salustiano Polo y Camacho que eran de Almería y otros como Alfonsín, Gregorio, Paniagua, Martínez, Unamuno y Garrido que llegaron desde Tercera. Ellos venían de jugar en el tarquín del Estadio de La Falange y tocaron la élite siendo la clave del éxito haciendo un vestuario sólido y fuerte que lideraba Juan Rojas. Maguregui lo tuvo muy fácil con ellos.