Martín Doblado, el sabio del fútbol

El apellido Doblado le hizo inconfundible en el fútbol español, porque la gloria de este malagueño rebasa nuestras fronteras. Vino a un Almería de campo de tarquín y se quedaba para siempre porque esta tierra le hizo muy feliz y aquí nacieron sus hijos. Enemigo de los protagonismos y apostando siempre por la sensatez, se hizo maestro de entrenadores cansado de ganar encuentros. Al José Martín Doblado portero, al entrenador, y al profesor de táctica, lo superó el presidente de la RFAF en Almería, y por encima de todos ellos la persona. Martín nunca perdió su acento malagueño y la forma de expresarse tan andaluza, pero con un señorío que siempre destacó en su personalidad.

Sabe tanto de fútbol que no lo podemos perder y cuando más tranquilo estaba hace 15 años, le cayó la casa del fútbol almeriense encima o como diría Martín: “Se me han caído los palos del sombrajo”, y dando un paso al frente se hizo sin pretenderlo el recambio de Nicolás Uclés y aquí empezaba su enorme grandeza como jefe del balompié.

Señor presidente

La entrada de Martín Doblado a la presidencia de la RFAF en Almería no fue nada fácil. La salida de Nicolás Uclés con más de 30 años en el sillón levantó mucha polvareda y llegaba un hombre del fútbol que no alzaba la voz y se dedicó a trabajar. Muchos de sus colaboradores eran los hombres de Uclés a los que miró la cara con firmeza y les dejaba claro que no quería mirar atrás y no llegaba al fútbol para ser protagonista de nada. Se puso a gestionar sin saber lo que iba a durar en el cargo y pasaron hasta 15 años de señorío ganándose al deporte para siempre.

Jamás puso en cuestión el pasado de la casa de nuestro fútbol y partía de cero sabiendo que la sombra de Uclés era alargada en el mundo del balón. Fue un señor presidente y le vamos a echar de menos porque sabe tanto de fútbol que se le necesita para que aporte sus conocimientos de este mundo tan complicado y que no para de evolucionar.

Querido profesor

Cuando dejó la maleta de ruedas en su habitación y abandonaba los banquillos, se puso a enseñar todo lo que el fútbol le hizo aprender, y los mejores entrenadores de Andalucía llevan en el boletín el aprobado de Martín Doblado. Otros sin ser de Andalucía se apuntaron a su curso, conscientes de que iban a sacar el título para utilizarlo y no dejarlo aparcado o enmarcado.

Sabe explicar el fútbol que lleva dentro y los que hemos tenido la oportunidad de asistir a una de sus clases, solo una hora, sabemos el por qué de su éxito. El fútbol es muy complejo pero la táctica de Martín Doblado no tiene secretos y sabe cómo plantar un equipo en el campo y cómo hacerlo ganar partidos. La lista de alumnos que hoy comen del fútbol es su historia interminable.

Rey de la pizarra

Hoy que los entrenadores hablan de la pelota parada y de la estrategia para ganar los partidos, a Martín Doblado -con el debido respeto- le da la risa porque se llevaba a clase su pizarra y les enseñaba esos trucos para dejar al contrario en ‘calzoncillos’ llegado el momento. Martín fue también director deportivo de grandes clubes y cuando el técnico de turno se ponía a entrenar había veces que miraba hacia otro lado, pero él se callaba la boca.

Le hemos disfrutado mucho en las páginas de LA VOZ de Almería con sus comentarios de fútbol y cuando hacía las valoraciones previo y post partido del Almería. Su forma de ver el deporte nos hacía ver con claridad lo que para otros era una misión imposible. A Martín Doblado era difícil meterle gol, pero no iba por la vida con los guantes puestos y su talante campechano le hacía todavía más grande.

Portero

Desde que llegó al Almería tuvo que pelear con grandes porteros como Pedrosa, Aramayo, Hierro, Marco, Espejo, Villalba... A algunos de los citados los mandó al banquillo, pero por encima de todo era un hombre de club y sabía aceptar la suplencia y siempre en alerta para volver bajo los palos y defender al Almería. Cuando salió del Almería le llamó el Poli Ejido, luego el Poli Almería, el Ceefe, y así cada año tenía trabajo como director deportivo ya que decidió no volver a entrenar tras un accidente de tráfico siendo técnico de la Balompédica Linense.

Los que le vimos bajo los palos, como entrenador rival, en clase de táctica o en la dirección deportiva, le profesamos la debida admiración, pero nada que ver con su señorío en la casa de nuestro fútbol tomando el relevo de Nicolás Uclés y dejando un poso se sabiduría y señorío.