Del caos a la calma en el Almería

LA OPINIÓN DEL DÍA: “Estoy en contacto permanente con los jefes”, anunciaba en la rueda de prensa previa al partido frente al Deportivo. Es un entrenador afortunado por tener tres años de contrato y ser el elegido por Turki Al-Sheikh. No lo ha tenido fácil hasta llegar a esta situación de pleno gobierno de la sala de máquinas. Le dieron un vestuario dividido con los egos desatados y ha conseguido enchufarlos a todos para la causa. El catalán siempre ha fijado el éxito a un buen grupo con la unión por bandera de los profesionales y más vale tarde que nunca. Ahora vive la paz de unos profesionales capacitados en lo futbolístico, y parece claro que también en lo social como lo demuestran las imágenes de Movistar con la nueva piña rojiblanca antes de los partidos. Ahora entrenador y futbolistas están en sintonía.

Resultados al margen, en el día a día hay que trabajar unidos. Si se gana todo es más fácil para el entrenador y sus profesionales pero nada que ver con el vestuario de hace dos meses cuando cada uno iba a lo suyo sabiendo que esperaba una Segunda División que les ha costado a todos perder valor de mercado y brillo profesional. Los egos en la categoría de plata son menores y ahora están controlados por un técnico que no se debe descuidar por si las moscas.

Una Liga

Cuando llegó al Almería para firmar por tres temporadas Rubi se encontró en el vestuario a unos futbolistas muy capacitados pero ajenos a eso que se llama grupo o grupo unido. El verano acrecentaba las diferencias entre los que querían salir y los presuntos implicados en la tarea de devolver al equipo a la élite. En mitad de todo estaba un entrenador con la complicidad de sus jefes para tomar cualquier tipo de decisiones y lejos de emplear medidas drásticas, se puso a sumar y a tirar de experiencia para unirlos: era cuestión de tiempo. Si la división era palpable tras un descenso, el equipo que empezó bien entró en barrena y vuelta a remar para levantar un equipo que a día de hoy va a más después de toda una Liga. Ha costado pasar del caos a la calma.

Dos meses

Le ha costado al entrenador del Almería alcanzar estos días de paz y le ha ayudado mucho en la empresa el paso al frente de los futbolistas y los buenos resultados. Salir del descenso ha sido clave para unirse todos y comprobar que si van de la mano el regreso a Primera se va a conseguir. No es fácil asimilar un descenso, la pérdida de valor de mercado y una operación salida que para la mayoría ha resultado fallida por su elevada ficha y el desembolso que realizaba por ellos el club. Son futbolistas caros hasta para la Primera División. No es fácil asumir la ficha y pagar la cláusula de un Maximiano, Arribas, Lopy o Luis Suárez, pero ellos saben que un ascenso abre las puertas.

Los resultados

Todos han puesto de su parte. Jugadores y entrenador para tener un vestuario mejor. Es la clave del éxito y con la llegada de resultados la tarea ha sido más fácil. El equipo ha ganado en prestaciones futbolísticas y sociales. Rubi está disfrutando de una paz que espera sea duradera en beneficio de la causa del ascenso. Vinieron mal dadas a comienzo de temporada y ahora toca respirar y disfrutar de la calma y de la paz en el banquillo. Cualquier crisis que aparezca será superada si el vestuario está unido.

Días de paz para el entrenador del Almería.