La cara lo dice todo. Ver al capitán del Almería fuera de la gran fiesta de Primera goleando al Córdoba deja claro cual es el verdadero nivel de los futbolistas rojiblancos, No pueden jugar todos y el que se queda fuera del once recibe un 'palo' muy duro porque el futbolista es egoísta y siempre quiere participar. Saber gestionar la suplencia de grandes futbolistas forma parte del éxito en el Almería. Con Fernando resignado a las rotaciones de la portería y Bruno Iribarne esperando la Copa del Rey, otros como Radovanovic se encuentran cuartos de la fila en la lista de centrales y esto es muy triste para un buen profesional. No hay felicidad completa en e fútbol y pasar por el banquillo suele ser algo habitual pero cuando la felicidad invade a la entidad el que no juega pierde el foco de LaLiga que ya merodea por el Mediterráneo buscando futbolistas de enorme calidad. Fernando es el meta talismán del equipo y con Maximiano se han logrado tres porterías a cero pero quiere Rubi tenerlo a punto y le tocaba 'chupar' banquillo al veterano capitán que se lo toma bien pero la cara dice todo lo contrario. Ser suplente sale muy caro.
La otra cara del fútbol son las temidas lesiones y esas suplencias que te hacen perder brillo, valor de mercado y dinero contante y sonante que los jugadores siempre miran 'la pela'. Habrá sitio para todos en una competición tan larga pero no deja de ser curioso el ambiente de banquillo cuando el Almería ha tocado el techo de la Segunda División alcanzando plaza de ascenso directo. Nunca van a estar todos contentos y una sentada en el banquillo suele ayudar a poner las ideas en orden.
La cara
Los profesionales siempre están preparados para competir y no van solos por el fútbol ya que tienen sus agentes que los mueven y los ponen en el escaparate. Ahora que el Almería ha tocado el techo de la categoría todos se apuntan al pastel y el que se quede lo pasará mal ya que empiezan a subir valor de mercado y muchos si no entran en la rotación titular se van a perder la gran fiesta. Por suerte cada vez son más los cambios que se pueden realizar en los partidos y con la puerta de la cantera abierta al entrenador le fluyen las opciones para las alineaciones pero cuando descarta a futbolistas sabe que eso lleva un coste elevado por todo lo que se juegan en cada encuentro. La mirada perdida de Fernando o ese Radovanovic arrinconado en el banquillo deja claro que nunca llueve a gusto de todos y la titularidad se ha puesto muy cara en un equipo que va lanzado hacia Primera División. Basta mirar la imagen para comprobar el sentir de los relegados.
La cruz
Siempre hay daños colaterales en cada victoria y forma parte del juego. Una buena gestión del banquillo es la clave del éxito en todos los clubes. Los futbolistas siempre quieren jugar y participar de la fiesta pero cuando se vive algo tan bonito con un 4-0 en medio partido y una afición desatada nada peor que vivirlo desde el otro lado de la línea de cal. No va a ser fácil a partir de ahora gestionar el banquillo porque la plantilla está subiendo su valor de mercado y quedar relegado a la suplencia implica perder brillo y dinero. Rubi sabe que se juegan sus futbolistas y seguro que los mantendrá relativamente contentos. La cruz del fútbol está en aquellos que trabajan y entrenan para participar y se quedan fuera.
A los suplentes le tocan el bolsillo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/283873/le-tocan-el-bolsillo