Gran Hermano: entre dramas, expulsiones falsas y parásitos astrales

En Gran Hermano ya hemos sido testigos de las primeras nominaciones dobles y de dos expulsiones falsas que han generado gran confusión entre los concursantes. Vanessa, quien esperaba volver a la casa grande para encontrarse con un apuesto italiano, terminó en la casa secreta junto a su marido, las mellizas bieloturcas y Jorge, apodado Bustamante. Este concursante ha destacado por sus continuos llantos, historias extrañas y su capacidad para enamorarse varias veces al día. Además, a pesar de haber entrado con novia, Jorge no ha dudado en coquetear con prácticamente toda la casa. Un clásico del microuniverso de Guadalix.

En la segunda gala no hubo grandes sobresaltos, pero sí momentos tensos. Uno de ellos ocurrió cuando María José Galera perdió los nervios tras escuchar al hermano de Maica afirmar que Laura le tenía celos. Galera defendió a su hija diciendo que era una diva que no necesitaba compararse con nadie. Sin embargo, la relación entre Laura y Maica es muy cercana, tanto que cuando Laura no devolvió lavado el pareo de Maica, casi provoca un drama. "Podías al menos dármelo en la mano, con respeto, no todo sudado", se lamentaba Maica, visiblemente afectada.

Maica, que es muy escrupulosa con la limpieza, mostró su disgusto por tener que usar la misma fregona para el baño y el salón, calificándolo de insalubre. Esta concursante también es conocida por hacer pruebas a sus parejas para descartar cualquier enfermedad sexual, demostrando su carácter previsor. Sin embargo, sus problemas con la higiene no terminan ahí.

Accidentalmente se tragó una mosca y exigió al Super un tratamiento de desparasitación con comino negro.

Pero la mayor preocupación de Maica son los parásitos astrales. Según ella, estos entes negativos se alimentan de los pensamientos y emociones negativas que flotan en el ambiente, afectando el bienestar de las personas. Para protegerse, Maica ha inventado un perfume especial con el que rocía su cama cada noche, haciendo una cruz con la estela del aroma, en un intento por liberar su aura de estas energías negativas.

En resumen, entre nominaciones, dramas y rituales de limpieza, Guadalix sigue siendo un lugar donde cualquier cosa puede pasar, incluyendo la lucha contra parásitos astrales y las tensiones más surrealistas.