Carlos Hipólito, actor que en cada interpretación hace que el espectador “separe dos centímetros la espalda del respaldo de su butaca”, y Mercedes de los Reyes, “investigadora vocacional de un gran compromiso intelectual y pedagógico”, evidenciaron ayer que la separación entre el ámbito académico y escénico que las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería han tratado de romper desde su creación en 1984 es hoy prácticamente inexistente. O como dijo ella: “Para mí, nunca ha existido”.
El intérprete madrileño y la catedrática de Literatura Española de la Universidad de Sevilla recibieron ayer, emocionados y felices por compartirlo desde la admiración mutua que sienten, el homenaje del festival de teatro clásico almeriense en el marco del Ciclo Académico que, por segundo año, se celebra en el Castillo de Santa Ana de Roquetas de Mar.
Los méritos que ambos atesoran para ser dignos de este reconocimiento quedaron de sobra expuestos en las ‘laudatios’ que precedieron a su intervención. Así, el periodista Julio Bravo afirmó que Hipólito puede considerarse un clásico en su acepción de “modelo digno de imitación” pero que, al mismo tiempo, es “único, no hay manera de imitarlo”. Lo definió como “uno de los nombres más ilustres de la escena reciente” al que no se le resisten géneros -“el músical es su última conquista, aunque ha explorado hasta la zarzuela”-, ni medios pese a que “el cine no le ha hecho justicia”. Sin embargo, “son las aguas del teatro” por las que mejor ha caminado enfrentándose a los personajes como “un material vivo y palpitante”.
Un Hipólito con lágrimas en los ojos respondió a su presentador confesando que siempre ha intentado meterse en la piel de otros desde “la empatía y verosimilitud”. “Han cambiado la forma de comunicarlas, pero nos emocionan las mismas cosas que en el siglo XVII”.
“Cuando te ponen delante un espejo de lo que ha sido tu carrera, se agolpan las emociones. El teatro me ha regalado una vida mejor y ustedes, un día inolvidable”, expresó.
Mucho más que Madrid
Por su parte, la catedrática de Literatura Española de la Universidad de Valencia Evangelina Rodríguez aseguró de Mercedes de los Reyes en su ‘laudatio’ que sus trabajos han demostrado que la producción de textos del Siglo de Oro no fue solo cosa de Madrid, sino que también hubo focos de creación en Sevilla y Valencia.
Destacó de la homenajeada “su pasión documental, su rigor y su pulcritud”, la perspectiva de género de algunas de sus investigaciones y el hecho de haber pasado a limpio la “memoria del teatro”, como guardiana del mismo que es desde los archivos y la mesa de trabajo. Al igual que Carlos Hipólito, centinela de los clásicos desde el campo de batalla que es el escenario.
El doble homenaje -que fue interrumpido por una pequeña batalla dialéctica en verso a cargo del fundador de las Jornadas, Antonio Serrano, y el director de escena Manuel Canseco- fue el plato fuerte de la sesión inaugural del Ciclo Académico que, coordinado por Noelia Iglesias e impulsado por la Universidad de Almería a través de los Proyectos Atalaya de la Junta , se prolongará hasta este sábado con conferencias, mesas redondas, una exposición de títeres, un taller y espectáculos ante especialistas, ‘teatreros’ y estudiantes.
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