Joaquín Alberto Martínez Cortés, 'Chipo', tiene un lugar preferente en la historia de la música moderna en Almería, como poli-instrumentista, compositor, innovador y siempre, un eterno perseguidor de sueños.
Nació en la barriada de Ciudad Jardín el 29 de mayo de 1948. Alcanzó sus primeros objetivos en el año 1971, con los Teddy Boys con los que llegó a grabar dos LP’s en la segunda mitad de la década de los setenta. Su rastro por la música pop de Almería arrancó con Los Ibéricos y tuvo escarceos musicales en Los Kuston hasta que llegaron Los Gringos, sin género de dudas el mejor grupo de Almería que sonaba en directo esos años.
En su dilatada carrera hay una extensa nómina de grupos de jazz como Puerta Purchena, Indal Jazz en sus variadas fórmulas, como trío, cuarteto, etc. Se puede decir que a nivel local Chipo ha tocado con todo el universo de la música almeriense. Se le ha visto junto a Diego Cruz Quartet, Teddy Boys, Beatles Connection, The Sun Rockets, The Karamel incluida visita a Liverpool y un CD grabado en solitario con canciones de los años 50, 60 y 70.
¡¡Con ustedes, 'Chipo Martínez'!!, el Peter Pan de la música de nuestra vida.
Usted, señor Martínez Cortés, ¿qué es?
Básicamente, y a pesar de la aparente obviedad, soy un ser humano, con todas las virtudes y defectos que eso conlleva. Pero un ser humano pasional, me entrego absolutamente a todo aquello que me atrae. Me sumerjo en esas cosas que me gustan, sin que me importen los riesgos. Lo curioso es que, todas esas cosas, tienen que ver con el arte.
Y, ¿qué es lo que no es?
No soy músico -músico era Beethoven, como diría mi amigo Luis Gázquez-, sino un investigador de la vida al que le gusta la música como su pasión favorita. Tampoco me considero un artista. Yo solo juego con el arte, pidiéndole perdón a las musas. Lo podría puntualizar de esta manera: no soy músico, pero hago música. No soy dibujante, pero hago dibujos. No soy escritor, pero escribo cuentos.
¿Recuerda cuál fue la primera canción que aprendió con la guitarra?
Antes que una guitarra, en mis manos cayó una bandurria. Recuerdo perfectamente que las primeras notas que le robé a ese instrumento fueron las de 'Piccolissima Serenata' de Renato Carosone, que, por la época (1957-58), sonaba insistentemente por las radios locales. Cuando pude acceder a una guitarra -prestada-, aprendí los acordes de 'La Bamba'.
Usted es un beatlemano confeso. ¿Cuál es la única canción de este grupo que no llevaría en su repertorio?
En mi casa, con mi guitarra, he repasado todas, excepto 'Revolution number 9', por razones obvias. Y es la 'canción' que jamás interpretaré con ninguna de mis formaciones. Con mis grupos -The Beatles Connection y From Beatles To You- habré interpretado alrededor del 90% del repertorio oficial. A esto habría que sumarle los temas que hemos incluido de la discografía de los Beatles en solitario, que son bastantes.
Una pregunta sin maldad. ¿Vendería su alma al diablo por tocar junto a Lennon y McCartney?
Si tuviera alma, es posible que ya estuviese en poder del Maligno. Pero, como no creo en nada metafísico, me limito a soñar que estoy tocando al lado del enorme Macca. Para hacerlo con Lennon, el sueño debería canalizarse a través de una ouija.
¿Usted piensa sinceramente que Los Gringos, su primer conjunto de nivel, fue el mejor grupo de Almería de los 60?
Yo no diría que éramos los mejores de la década. Sí es posible que fuésemos los más sinceros interpretando nuestra música. Los Teddy fueron los más populares en cualquier década, no hay más remedio que reconocerlo.
A lo largo de casi cinco décadas, ¿cuántas guitarras ha tenido?
No demasiadas. Conozco a guitarristas que han tenido, y tienen, decenas de ellas, de todo tipo. Calculo que serían unas quince o dieciséis. Algunas, pasaron a mejor vida, por ejemplo: Una 'Fernandes' (japonesa) y una 'Ovation' (americana) que murieron carbonizadas cuando se nos incendió el camión de los instrumentos estando con Los Teddy Boys.
Ha compartido grupo con cantantes como Antonio Fernández, Diego Cruz o Juan Morata, entre otros… ¿A quién se llevaría para formar una tuna?
Como no me gusta ponerme medias negras, ni llevar capa, ni portar la bandera LGTBI, a base de cintas, diría que a ninguno de ellos. Pero he de reconocer que el más adecuado, para cualquier evento popular, sería mi amigo Juan Morata. En su tiempo, fue un maestro en el dominio del escenario.
Hay malas lenguas que afirman que si Diego Cruz no hubiera sido concejal lo del Escudo de Oro de Almería... nada, si acaso de aluminio.
Sí, hay lenguas que deberían estar dentro de un estofado. Pues, que conste que la idea no fue de mi colega de la música y concejal de Cultura, sino de nuestro ex alcalde, Ramón, ahora consejero de Agricultura y Pesca y algo más.
Usted es un gran poli instrumentista, pero como compositor es flojillo.
Qué voy a decir a eso, pues santa palabra. Pero no hay mucha verdad en esa premisa. Lo de poli instrumentista, me queda tan grande como la camiseta de Pau Gasol, yo solo toco la guitarra, el bajo eléctrico y, un poco, el contrabajo. Sobre la otra parte, no soy compositor y sería un atrevimiento, por mi parte, considerarme como tal. El haber escrito quince o veinte canciones no me da derecho a considerarme par de Lennon o Serrat. Pero he de decir a mi favor, que tengo dos o tres temas -ninguno que esté en los discos de Teddy Boys- que considero buenas composiciones.
¿Cuál ha sido la canción que ha escuchado más de 500 veces?
Si hay alguna que hayan procesado mis oídos tantas veces, debería ser alguna de los Beatles, seguro. Pero, donde suelo escuchar más música es en el coche y ahí no escucho pop, sino Fussion o Jazz.
Cómo musico, ¿cuál es su peor defecto?
Que no soy músico.
Ejerce de autodidacta. ¿Qué pasa? ¿Le dan alergia las partituras?
Sí, yo soy como el chiste: “¿Qué hace falta para que un pianista deje de tocar? Respuesta: Quitarle la partitura. ¿Y qué hace falta para que un guitarrista deje de tocar? Respuesta: Ponerle la partitura”. La única música que he estudiado fue la que di estudiando Magisterio. Saqué un sobresaliente.
¿A usted quién le hubiera gustado ser: bajista, guitarra, cantante o afinador de cítaras?
Esta es fácil. Como bajista, Richard Bona. Como guitarrista, Joe Pass. Como cantante, Sting. Y como afinador de cítaras, Yassir Ibn Talhuk (es poco conocido, pero es el mejor). ¿Contento, Pérez?
¿Qué le molesta que le pregunten en una entrevista? No sé, si ha ido alguna vez a ver un partido de fútbol, cómo se llama el párroco de Ciudad Jardín o si sabe hacer unas migas. Diga, diga…
No he ido en mi vida a un partido de fútbol. No tengo ni la más remota idea de cómo se llama el párroco de “mi” parroquia. Y no me molesta que me hagan ninguna pregunta en concreto, si al que la hace tampoco le molesta lo que yo responda, por muy desagradables que puedan ser ambas.
¿Qué banda sonora le pondría a su vida?
¡Ufff! Esta sí que es difícil. Según el momento. Por supuesto, The Beatles. Pero en momentos precisos, Bach, Debussy o Albéniz. En momentos álgidos, jazz. En momentos tranquilos, el sonido de la naturaleza (pero, en vivo). Y en momentos de meditación 'The sound of silence' (no la canción, sino la ausencia total de ruido).
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