Pepe tiene 17 años, David 18 y Diego 14. Forman el equipo ‘Nanorob Hadrones’, que se proclamó campeón de España sénior de robótica en Huércal de Almería hace unas semanas. Carmen, Sofía y Enrique cursan 1º de la ESO y componen el ‘Green Tech Farm’, que fue subcampeón en su categoría, la Elementary. Estos seis jóvenes almerienses representarán a España, junto al resto de clasificados en el resto de categorías, en la final mundial de robótica, que se va a celebrar en el mes de noviembre en Esmirna (Turquía).
Un mundial al que, para los primeros, era una opción real, mientras que para los segundos ha llegado un poco de sorpresa. “Teníamos la idea, íbamos con ganas y posibilidades y ya desde los días anteriores las pruebas nos venían saliendo bastante bien, por lo que pensábamos que si el día del torneo manteníamos ese nivel, podíamos ganar”, explican los ‘mayores’, como así fue. “En el colegio nos salía un poco mal, teníamos el sueño de ir, pero realmente no lo esperábamos”, reconocen los más pequeños.
Para dar con sus inicios en la robótica, hay que retroceder algunos años. Pepe y David la descubrieron hace seis en el Liceo Erasmus de la mano de Antonio Zumaquero, responsable hoy de WRO Spain en Almería, en una actividad extraescolar. De allí se fueron a La Salle y reclutaron a David, formando parte ahora de la academia CodeHub. En el caso de Carmen, Sofía y Enrique, empezaron en 4º de Primaria en el SEK Alborán ejidense y han mantenido el mismo equipo durante los últimos tres años.
No ha sido la primera vez que participan en una final nacional de robótica, pero el haberlo hecho este año en Almería ha sido “una pasada”. “Es una buena iniciativa para promover actividades que se salgan de las más conocidas y los deportes, que también requiere de habilidades cognitivas y está muy bien que se haga en nuestra provincia”, apuntan, aunque “quizás le falta un poco de impulso y patrocinio para hacerlo más conocido entre la gente”.
En Huércal de Almería han tenido la oportunidad de hacer la fase provincial y la nacional. Entre una y otra, las misiones no varían apenas, pero lo que sí lo ha hecho ha sido el robot y la programación empleadas. En el caso de la última fase, en ambos casos han conseguido que sus robots sean capaces de apilar un mayor número de piezas, lo que les ayudó bastante a reducir el tiempo empleado para completar la misión.
El montaje lo suelen hacer rápido, a pesar de tener hasta dos horas y media para hacerlo. Los ‘Nanorob Hadrones’ emplean en total menos de 30 minutos, dejando el resto del tiempo a hacer pruebas y calibrar los sensores con las luces. “El robot nunca funciona igual, nunca gira igual, y después de montar hay que calibrar todo”, apuntan. Los ‘Green Tech Farm’ tienen un robot más pequeño que se monta en 15 minutos, pero “el otro día tardamos bastante en programarlo, estuvimos como una hora sin conseguir que funcionara bien”.
Ese es, sin duda, el mayor temor al que se enfrentan estos pequeños ingenieros: cuando algo empieza a fallar y no saben muy bien el qué. Y es que cualquier detalle, aunque sea ajeno, puede afectar al desarrollo: “Uno de los focos del pabellón daba en la mesa y el sensor de color detectaba el blanco antes de llegar y se llevó una valla por delante. No sabíamos de dónde venía el fallo hasta que vimos que era por el sensor de color, porque todo estaba perfecto”, explican, entre risas, los integrantes del equipo ejidense.
¿Y dónde se ven en un futuro estos jóvenes? La que parece tenerlo más claro es Carmen, que afirma con rotundidad que quiere ir por la rama de la ingeniería aeroespacial. Enrique también tiene una idea firme, la de dedicarse al montaje para construir brazos o piernas ortopédicas para personas con discapacidad. El resto aún no lo tiene decidido, pero sí que saben que el camino que elijan estará relacionado, de algún modo, con la programación, la robótica o la inteligencia artificial.
Pero eso a largo plazo. A corto, su futuro pasa por Esmirna (Turquía). “Vamos a intentarlo, hay equipos muy fuertes y va a ser complicado, pero vamos a tener el privilegio de aprender bastante de ellos y queremos aprovechar al máximo para ver a otros equipos y sus estrategias, sus formas de pensar y de construir. En YouTube ves prototipos y proyectos, pero verlos en directo no es lo mismo que verlos en vídeo”, comentan los ‘Nanorob Hadrones’. “Vamos a aprender y coger ideas, mejorar el robot para que sea más preciso, coger más experiencia y aprender en cabeza ajena”, añaden los ‘Green Tech Farm’. Pero sobre todo, irán a Turquía a disfrutar.
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