Enix

El pueblo de Almería donde las migas tienen su día especial, aunque no llueva

Centenares de visitantes participan otro año en el Día de las Migas de Enix

Víctor Navarro
20:35 • 30 nov. 2024

Dicen que en Almería las migas se comen cuando va a llover. Otros amplían el refrán a la Feria. Pero lo que ya nadie discute es que Enix se ha consolidado como el epicentro de una tradición que une a los almerienses más allá del pronóstico del tiempo: su Día de las Migas.



Basándose en valores tan universales como la amistad, la familia y un buen 'platico' de migas, este pequeño pueblo serrano ha logrado convertirse en un referente. Cada año, centenares de vecinos y visitantes se reúnen en torno a las pailas, compartiendo una jornada que combina el buen comer con el mejor ambiente. La fórmula no solo funciona, sino que genera adicción. Muchos de los participantes ya son habituales y repiten cada año con la misma devoción que un peregrino camina hacia un lugar santo.



Migas como las de siempre...¿o no?



Volver al pueblo es más que un viaje físico; es un regreso a los recuerdos, a los días de infancia y a las tradiciones que nunca se pierden. En Enix, el Día de las Migas revive esa conexión con el pasado en un entorno rústico y natural que invita a compartir. Las trébedes en hileras sostienen sartenes que crepitan al fuego, mientras el aroma de la lumbre se mezcla con el sudor del tocino y con el dorado de la magra. En un día marcado por el calor, combatido con cerveza, vino y refrescos para los más pequeños, 69 equipos trabajan como un reloj suizo. Cada persona tiene su tarea: unos pican tomates, otros asan morcillas y sardinas, mientras las manos más pacientes menean la sémola con esmero para evitar que se pegue. Todo funciona con precisión para culminar en un plato que no solo alimenta, sino que hace feliz.



Pero el Día de las Migas no es solo tradición; también es creatividad. Muchos de los participantes no se conforman con reproducir el sabor de siempre, sino que buscan innovar y llevar este plato típico de la gastronomía almeriense a nuevas cotas. Desde combinaciones atrevidas con ingredientes poco habituales, hasta presentaciones que reinventan lo clásico. Este es el ejemplo de María Jesús, una participante de Roquetas de Mar que, conquistó el paladar del jurado con unas migas dulces. "¡Saben a bizcocho. Pruébalas, que saben a bizcocho!" gritaba uno de los miembros de su equipo, y no se equivocaba. La paila de María Jesús, con un ligero sabor a hierbabuena y una cobertura de vainilla, bien podría haber acompañado un buen café.



Otros, como Manuel y su equipo, apostaron por un "ingrediente secreto" —dicen entre risas—: el bonito de Enix. Este toque especial aporta una untuosidad y un sabor diferencial a las migas. No muy lejos de su candela, Pachi, Joaquín y Maricarmen retiran dos pailas del fuego: una con migas blancas y otra con migas rojas. "Son las migas del Yin-Yang", explica Pachi. "Representan nuestras culturas: la de León, de donde yo soy, y la de Almería. Para ello hemos empleado productos de ambas provincias. En mi tierra utilizamos mucho el pimentón y los embutidos especiados, y aquí están representados". Dice señalando esas migas coloradas.  Joaquín, mientras decora un plato con uvas, pistachos y pimientos dulces, añade: "A las migas de León, como son más recias de sabor, les añadimos elementos dulces para equilibrarlas". Una combinación que resume a la perfección cómo tradición e innovación se dan la mano en este evento



El veredicto y los ganadores



El Día de las Migas de Enix no solo es una fiesta para el paladar, sino también una competición que pone a prueba la destreza culinaria de los participantes. Con un jurado compuesto por destacados chefs como Borja González (de Alquímico) y Tolo Castillo (de Casa Rafael), junto a las vecinas de Enix Antoñita Román y Rosa Crespo, el concurso evaluó 69 platos basándose en la creatividad, presentación, ejecución y acompañamientos.


Al final, fueron Isabel Torres y Juan José quienes lograron conquistar al jurado con su receta, llevándose el primer premio y demostrando que la tradición se puede mantener viva con una mezcla de buen hacer y un toque personal. Las migas dulces de María Jesús se llevaron el cuarto puesto, mientras que el ingrediente secreto de Manuel, el 'guapo' de Enix (por mantener el misterio', le permitió obtener el tercer puesto. El equipo de María José Fernández, ganadores históricas del primer Día de las Migas, se alzó con el segundo puesto, reafirmando su legado en este evento que ya se ha convertido en una cita imprescindible para los almerienses.


Enix, con su Día de las Migas, demuestra que la tradición y la innovación pueden caminar juntas, y que cada año hay un nuevo sabor, un nuevo recuerdo y, sobre todo, una nueva excusa para compartir entre amigos y familia.


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