Levanta el dedo, sonríe y pide un capuchino, ese bíceps se ve duro como una roca. Ese café es la recompensa a nueve meses en déficit calórico para convertirse en la primera española en ganar el campeonato del mundo de culturismo natural de la federación WNBF, celebrado el pasado noviembre en Boston. Un campeonato que se celebra desde hace 10 años y que promueve el deporte natural, libre de dopajes. La doctora Amor Fernández, Almería 1982, se preparó tan a conciencia para ganar que llevó los tuppers a la comunión de su hija y no probó la tarta.
¿En qué momento te imaginaste que llegarías a ganar un mundial de culturismo?
Nunca lo imaginé, ni en cien años. Empecé hace cinco años como autodidacta, y el año pasado, por casualidades de la vida, contacté con la Escuela de Culturismo Natural Roberto Amorosi, donde todo cambió. Un compañero de equipo me habló de esta federación y me sugirió hablar con su presidente y solicitar ayuda. Sentí que era como querer ser actriz y escribirle a Robert De Niro. A pesar del miedo, me atreví y les envié un correo explicándoles mi situación y mi deseo de competir.
El culturismo tiene muchos estigmas asociados. ¿Qué diferencia al culturismo natural y cómo lo defiendes frente a las críticas?
Hay mucha desinformación. La gente cree que somos unos "locos del gimnasio" que entrenamos un par de meses y luego hacemos magia y ganamos un campeonato. Pero no es así. Esto es una disciplina que requiere constancia. El culturismo natural no tiene nada que ver con prácticas dopadas, y eso a veces es difícil de explicar. Por ejemplo, antes de competir, no dejamos de hidratarnos; al contrario, bebemos mucha agua porque el músculo está compuesto en un 70% de ella. Todo está calculado, desde la sal hasta los carbohidratos, para que el cuerpo luzca en su mejor forma sin perjudicar la salud.
¿Cómo fue tu evolución competitiva?
Empecé a competir en junio de este año a nivel nacional y gané en varias categorías. En octubre fui al Nacional de España, donde también gané. Finalmente, en noviembre, gané el Mundial de Boston, primero como amateur y al día siguiente en la categoría profesional de culturismo femenino.
¿Cómo es la preparación física y psicológica para un mundial?
La preparación psicológica es lo más duro. Mantener la cabeza fría con meses de déficit calórico extremo es agotador. En cuanto a lo físico, entreno cuatro días a la semana, mas cardio diario, acumulando entre 15,000 y 20,000 pasos al día. Dejé de utilizar el coche, iba andando a todas partes.
¿Cuál fue tu dieta durante estos meses?
Estuve en déficit calórico durante nueve meses. Eso significa que comía menos de lo que gastaba, perdiendo grasa de manera progresiva. Es un proceso extremadamente controlado.
¿Afectó tu salud este nivel de preparación?
Sí. En los últimos meses, dormía solo dos o tres horas por noche porque mi cuerpo estaba en modo alerta buscando comida. Hice todo lo posible por mantener la higiene del sueño, pero el déficit calórico afecta mucho al organismo.
¿Cómo compaginas el culturismo con tu trabajo y tu vida personal?
Soy ginecóloga y madre de dos hijos. Me levanto a las cinco de la mañana para hacer cardio en casa antes de empezar el día. Por las tardes, entreno después del trabajo. La disciplina es clave para mantener todo en orden.
¿Qué dicen tus pacientes al ver tu transformación?
Mis pacientes, que son todas mujeres, están sorprendidas. Algunas me dicen: "¡Doctora, qué increíble!" Pero les explico que esto no es como ir al gimnasio para mantenerse en forma. Es un nivel de preparación de élite.
¿Qué pasó después del Mundial?
Después de la competición, comí de todo: hamburguesas, nachos... fue como un premio tras tantos meses de dieta estricta. Ahora estoy en una fase de mantenimiento para no ganar peso descontroladamente, con miras a competir de nuevo en 2026.
Este deporte parece requerir una mentalidad muy fuerte. ¿Cómo influye en otros aspectos de tu vida?
Este deporte te entrena tanto mental como físicamente. Te enseña disciplina, constancia y a no rendirte. Además, lo he integrado en mi vida familiar. He logrado que mi familia adopte hábitos saludables; mi madre está perdiendo peso, mi hermana ha empezado a entrenar, y hasta mis hijos leen etiquetas nutricionales. Ser un ejemplo para ellos es de lo que más orgullosa me siento.
Ahora toca descansar durante un año porque el cuerpo y la mente necesitan un respeto que la doctora conoce de sobra. También habla del beneficio de la práctica del culturismo durante la premenopausia. Amor Fernández la doctora culturista que también podría haber sido cantante lírica, aunque esa es otra historia que también merecería ser contada.
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