Una parte para cada equipo y tres puntos para el Almería. La alegría sigue vistiendo de rojiblanco gracias al 1-0 que permite al equipo volver a la segunda plaza y quitársela al Mirandés, uno de los mejores visitantes que han pasado por el Mediterráneo en los últimos tiempos. Con un despliegue físico enorme durante noventa minutos y quitándole la pelota a los Arribas, Baptistao y Suárez, los jabatos demostraron que se han metido arriba por causalidad.
Ya en sala de prensa y con la alegría del 1-0, obra de Leo Baptistao, el entrenador analizaba un choque que se fue complicando tras el descanso. Rubi quería tener más el balón y el Mirandés no lo permitía: “El primer tiempo era para nosotros y ampliar la ventaja, y tras el descanso tuvimos alguna situación en el área. El Mirandés te incomoda, no para de presionarte, y a veces no puedes tomar tantos riesgos. No nos apuramos ni nos pusimos nerviosos con el marcador corto. Costaba aguantar más con la pelota y aprobamos un ejercicio de balón parado con tantas faltas en contra. A estirar el chicle todo lo que podamos”.
Lectura
En Málaga peleando hasta el último minuto para empatar y en casa con el Mirandés para aguantar el resultado. El Almería no se ciñe solo a manejar los encuentros y dar salida de balón al Pichichi Luis Suárez, sino que también es capaz de ponerse el mono de faena: “No siempre puedes estar al cien por cien en todo. Quizá no hemos visto la mejor versión de algunos jugadores y hay rivales que te van mejor o peor según su estilo. Hemos interpretado bien lo que requería el choque”.
Afición
Si el equipo ha cambiado, el Mediterráneo también. El empuje anímico de la grada en el descuento provocó el subidón anímico a los futbolistas y le complicó la vida al Mirandés. Hasta los 11.500 aficionados se metieron tanto en el papel que en los siete de añadido solo pasó lo que quiso el Almería: “Quedaban pocos minutos y necesitábamos ese aliento extra que nos ha dado la afición. Estás en la rutina y te das cuenta de que te queda ese último esfuerzo. Somos ya de los mejores locales y la gente vuelve a disfrutar de su equipo”.
Melero
Mención especial de Rubi a Melero. Un futbolista golpeado continuamente por las lesiones y con falta de regularidad da un paso adelante y se quiere hacer con la titularidad junto a Lopy. Para Rubi es uno de los pilares del vestuario por su labor diaria: “Cuando toca ponerse el mono de trabajo lo hacemos. En Segunda hay de todo, no solo trabajar, defender y aguantar resultados. Nosotros somos de atacar con valentía y cabe de todo en la categoría. Melero recupera balones importantes, así que no solo te da juego. Se encuentra bien a nivel físico y el cambio ha sido más por el golpe que se ha llevado en las costillas. La actitud es buena para defender y es de los que más ayuda a los jóvenes. Vale la pena un compañero así”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/338/ud-almeria/284665/el-ultimo-empujon-nos-lo-ha-dado-la-aficion