Lorenzo y Martín arrean, Morales les coge la rueda

La feria taurina de la Virgen del Mar toca a su fin con la presencia de los novilleros, aspirantes a futuras figuras del toreo que miden sus fuerzas en una clase práctica con representantes de distintas escuelas taurinas. Por la de Almería hicieron el paseíllo Ernesto Lorenzo, Dennis Martín y Héctor Morales, y cinco mil personas más que cubren tres cuartas partes del aforo. 

Ernesto Lorenzo, flamante y reciente triunfador del certamen de la malagueta, lo puso todo en el ruedo desde la larga cambiada en el tercio, rematando por chicuelinas el saludo capotero. En banderillas invitó a su compañero Dennis Martín a compartir el tercio, en un binomio que ya espera el público cada tarde. Templado con la muleta dejó ver la madurez adquirida en las últimas novilladas en una faena basada en el pitón derecho, con un gran novillo con mucha fijeza y recorrido en su brava embestida.

Antes de rematar la faena Lorenzo probó el pitón izquierdo, más deslucido, y animó la faena con molinetes, circulares y una serie de bernardinas sin espada que fueron muy jaleadas por el público presente. Recogida la tizona se tiró como una flecha encima del animal dejando un espadazo que valía una oreja, saliendo el novillo rodado del trance. Cortó dos orejas, una con la espada y otra con la muleta, y se ganó la salida a hombros de la plaza.

Dennis Martín, el segundo de los alumnos de la escuela almeriense acartelado, solo pudo dejar en el recibo capotero a su novillo una extraordinaria media verónica en los medios, antes de un vistoso y lucido quite por escobinas de Héctor Morales. Con las banderillas devolvió el favor Martín a Ernesto Lorenzo, repitiendo el duelo de las avivadoras, en esta ocasión menos acertado por parte de ambos matadores, sufriendo además Dennis Martín una fuerte voltereta contra las tablas que hizo temer por su continuidad en la lidia. Finalmente, y tras unos instantes de dudas, se recuperó y no hubo que lamentar más que un terrible susto.

Con la franela Martin trató de alargar la embestida de su oponente, encajado y firme, marcando el camino del animal con un estilo alegre y personal. Entre aquellas series de muletazos pronto olvidó la gente el susto de la voltereta vibrando con los molinetes de rodillas y desplantes del torero, que a base de corazón puso a parte del tendido en pie. Otro gran espadazo, otro gran novillo, y otras dos orejas y el rabo al esportón de la escuela taurina almeriense.

Héctor Morales, el más joven de la tarde, lidió al más complicado de salida, un novillo al que le costaba pasar de los vuelos del capote, necesitando una mano con oficio que abriera la embestida. Con la muleta también presentó complicaciones, por el pitón izquierdo remataba soltando la cara por arriba teniendo que imponerse el novillero a base de entrega y corazón, con un novillo que pidió más experiencia. En las inmediaciones de los tendidos de sol dejó los mejores naturales Morales, toreando sin ayuda, y rematando la faena con Manoletinas en una faena en la que el torero se fue imponiendo y en la que acabó cortando una oreja.

Termina, ahora si, la feria -taurina- de Almería en el año 2022. El balance artístico positivo, destacando la reaparición y triunfo de Emilio de Justo, así como la puerta al futuro que deja abierta Jorge Martínez, triunfador de la novillada de feria. La ganadería de Daniel Ruiz no ha hecho méritos para volver, como no los hizo en su anterior aparición por nuestra feria, y la primera sensación de la nueva empresas ‘lances de futuro’ apunta a eso, a futuro.