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Acosta: “La respuesta en Almería ha sido rápida, coordinada y multidisciplinar”
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“Torrecárdenas tiene un grado de seguridad que ningún otro puede comunicar”
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“La vuelta al colegio no ha traído un aumento significativo de casos en Almería”
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“No podemos bajar la guardia, un solo solo caso puede crear el desastre”
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“La colaboración de ONGs, líderes religiosos y de opinión ha sido importante”
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“Ahora sabemos mejor cómo, cuándo y con qué tratar a los pacientes covid”
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“Han aflorado casos que habrían pasado desapercibidos”
Del 24 de agosto al 6 de septiembre, Salud detectó 1920 positivos por Covid en la provincia. Del 21 de septiembre al 2 de octubre los positivos detectados fueron 704. En los mismos periodos los nuevos hospitalizados pasaron de 127 a 37. Después de una primavera relativamente tranquila en la que la provincia de Almería fue la que menos casos de Covid contabilizó de toda España, agosto nos sobresaltó. Las cifras comenzaron a crecer de forma tan desmesurada, tan inesperada, que todos nos preguntamos qué estaba pasando, a qué se debía este aumento de casos tan espectacular. A partir de la segunda semana de septiembre la cifra se estabilizó y comenzó un descenso que acabó siendo significativo a final de mes. ¿Por qué se produjo aquella subida y esta bajada? Esa es la pregunta que he planteado a siete expertos desde la óptica de la ciencia y desde su experiencia profesional. Las líneas que leerán a continuación contienen sus respuestas a la pregunta de qué motivo la espectacular subida de agosto y qué razones pueden explicar la bajada de los últimos días. Como siempre reitero, aprender a escuchar (o a leer) a los que más saben, esa es la clave si se tienen intenciones de aprender. Por eso mi Carta de hoy recoge sus opiniones y solo sus opiniones.
Pedro Acosta
Pedro Acosta, director Hospital de Poniente: En las últimas semanas del mes de Agosto el nivel de contagios en la zona del Poniente almeriense llegó a números alarmantes, momento en el que llegamos a tener cifras rondando el 22-24% de PCR positivas del total realizadas, con niveles de ingresos hospitalarios superiores incluso a los de la primera oleada, Unidad de Cuidados Intensivos al máximo de ocupación, etc.; entre ese momento y el actual de septiembre se han producido varias circunstancias que podrían explicar este cambio de tendencia. Como es evidente la evolución de la pandemia en cada zona geográfica, responde a multitud de factores:
La disminución de la población no estable de vacaciones en nuestras costas, una evidente relajación en cuanto a las medidas de protección por parte de toda la sociedad tras un largo confinamiento, en especial entre los mas jóvenes en cuanto a sus relaciones sociales (fomentadas por el ambiente vacacional, clima, playa, etc.)
Cabe destacar la respuesta rápida y coordinada, con trabajo multidisciplinar de ayuntamientos, fuerzas de seguridad, red sanitaria, fuerzas ciudadanas, con disponibilidad incluso de recurso habitacional que garantizase el cumplimiento de los periodos de cuarentena.
A nivel asistencial es de destacar la coordinación entre las estructuras de atención primaria y las hospitalarias junto a la Delegación Territorial, implementando de forma urgente los planes de contingencia diseñados, tanto a nivel de hospitalización como en Urgencias, UCI, Quirófanos, Microbiología y resto de servicios de soporte; en este punto comentar que en algunas fechas llegaron a hacerse mas de 600 PCRs; estrecha coordinación de los recursos socio sanitarios a nivel municipal; intenso control en las residencias de mayores y control ágil de los brotes aparecidos; coordinación con los referentes en un entorno multicultural, adaptando las medidas a dicho entorno; implicación de tejido asociativo y empresarios agrícolas, excelente coordinación con el hospital de referencia.
Manuel Vida
Manuel Vida, gerente de Torrecárdenas: Hablar de “olas” es práctico pues nos dice la afectación que sufrimos, pero artificioso pues las olas las marcamos nosotros con las pautas de conducta llevadas a cabo. Es la misma guerra. Podríamos dibujar todas las olas que deseáramos e incluso modificar su intensidad y dibujo pues el virus es el mismo, se comporta de la misma forma, mata y contamina según pautas poco variables en el tiempo. Debemos recordar que es un enemigo al que no hay que dar oportunidades, o al menos solo las justas y así no tendremos más que una “ola” contenida. Necesitamos la vacuna pues para inmunizáramos sin ella nos va a costar muchas pérdidas de seres queridos. Entre tanto hemos de saber convivir con este maléfico agente para que no nos confine y nos ahogue.
Es muy diferente lo que pasó en marzo-junio a lo que pasa en julio-octubre porque nuestro comportamiento es muy diferente. Muestra de ello es la afectación de los profesionales de Torrecárdenas. En aquella ocasión durante el confinamiento tuvimos 16 profesionales afectados (PCR positivos) de los cuales solo tres (18%) se contaminaron fuera del hospital. En la última etapa sin confinamiento tenemos 43 afectados, 33 de ellos (76%) con contacto extrahospitalario documentado y solo 11, menos que al principio, contagiados en el hospital. En cualquier caso, estos números, aunque nos producen consternación por pocos que sean, presentan un grado de seguridad en el hospital que ningún otro hospital de nuestro país es capaz de comunicar. En cuanto al origen de la afectación en nuestra provincia es muy fácil. Basta mirar el perfil de los pacientes ingresados. Hasta fin de junio tuvimos 84 pacientes ingresados y de junio a hoy nos han ingresado 178 pacientes. Estos pacientes nos marcan el origen de la contaminación de tal manera que en marzo observamos que procedían del norte de Italia -donde hay intenso intercambio con China- y de provincias cercanas con igual introducción norte italiana. Sin embargo, en la última etapa se trataban de jóvenes y colectivos sensibles que no es ético señalar. En esta segunda etapa los pacientes han sido mucho más jóvenes, la estancia media hospitalaria mucho más corta y la mortalidad menor, 10 de 84 (11.9%) frente a 16 de 178 (8,9%). Esta es la mortalidad hospitalaria, de las más bajas de nuestro país. Andalucía tiene una mortalidad muy inferior al resto de nuestro país y a su vez Almería es la más baja de nuestra comunidad. Esta segunda etapa ha sido controlada de forma brillante consiguiendo inflexión de la curva con medidas sanitarias y sociales eficaces y precoces, a pesar de las dificultades de nuestra demografía.
Francisco Giménez
Francisco Giménez, pediatra y epidemiólogo: Durante el mes de agosto la provincia de Almería alcanzó cifras cercanas a los 4000 casos diagnosticados de COVID-19. Nuestra tierra paso de ser una de las de menor incidencia a ser una zona con alta transmisión comunitaria. Es bastante probable que detrás de este aumento de casos podrían estar los movimientos demográficos y el aumento de reuniones familiares y sociales más frecuente durante el periodo vacacional. Conviene recordar que la mayoría de los contagios detectados se contrajeron dentro del medio familiar o a través de reuniones de amigos. Por otra parte, el mayor acceso a pruebas diagnósticas y el rastreo de contactos han permitido la detección de un mayor número de casos, la mayoría asintomáticos o con poca afectación.
Durante el mes de septiembre estas cifras han disminuido aproximadamente un 25-30 % indicando una tendencia al descenso. La vuelta al trabajo y la disminución de los eventos sociales pueden estar influyendo sobre esta tendencia. Por el momento, la vuelta al colegio no ha tenido como consecuencia un aumento significativo de casos, aunque hay que tener en cuenta que las cifras deben interpretarse con cautela y con periodos medios que permitan analizar las tendencias. Hoy en día sabemos que el aumento de casos se ve seguido de un aumento de ingresos hospitalarios y posteriormente de muertes, por lo que un retraso en la toma de medidas puede tener consecuencias terribles. No debemos bajar la guardia en ningún momento, seguir con las medidas prevención y sobre todo, tener sentido común, algo que parece que algunos de nuestros gobernantes perdieron hace tiempo.
Fco. J. Martínez Amo
Fco. J. Martínez Amo, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Almería: Hay que partir de la base ,que han sido realizados el mismo número de test en ambos meses, Agosto y Septiembre, porque si no es así, esta circunstancia sería un factor determinante en la diferencia de cifras. Al ser en Agosto la mayor cifra de contagios , comparada con Septiembre ,pensamos que ,entre otros factores aleatorios, hay algunos que ganan protagonismo evidentemente:
Ha habido un gran número de desplazamientos de veraneantes hacia Almería ,sin control sanitario, entrando por tierra, mar y aire, incluidas las pateras aprovechando el buen tiempo. Relajación del cumplimiento de las normas antivirus ,por el ambiente vacacional.
Aumento de reuniones de todo tipo pasadas de número y a veces multitudinarias, incluidas las reuniones familiares y de amigos, donde no hay control alguno y solo se cuenta con la responsabilidad de los asistentes, donde uno solo puede crear el desastre. Ciertamente al disminuir la aglomeración veraniega, disminuyen los contagios y deben haber menos brotes y es más fácil localizarlos y aislar a los probables contagiadores.
No podemos Bajar la Guardia, e intenten filtrar las informaciones sobre la Pandemia para defenderse de la INFOPANDEMIA que nos bombardea y nos agobia. No pierdan la esperanza a pesar de los pesares. No crean a los pseudo informadores que no ofrecen soluciones u ofrecen soluciones milagrosas y falsas, insisto, deben aprender a filtrar información.
Y no olvidemos seguir CONFIANDO y RESPETANDO a nuestros médicos , a pesar de los cambios asistenciales diseñados por la Administración Sanitaria. Además piensen, que sin médicos y sanitarios no hay asistencia sanitaria.
Amigos, con nuestro más sincero pesar a las familias de los fallecidos y pacientes que sufren la crisis o sus secuelas... reciba la población de Almería y Provincia, nuestro más ferviente deseo de Salud y Bienestar.
Antonio Garrido
Antonio Garrido, jefe del Servicio de Salud Pública de la Junta: Desde el día 18 de Septiembre del 2020 que partíamos de 257 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días a 161 casos en las últimas 24 horas. Este descenso de casos es debido a una estrategia múltiple:
1) Acciones y que ha implicado el trabajo de distintos agentes tanto públicos como privados , todo ello coordinado desde la Delegación Territorial de Salud y Familias.
2) Para llevar a cabo esta labor, ha sido imprescindible la implicación de los Ayuntamientos junto a su policía local, en el control de los casos que debía guardar aislamiento. Para ello han colaborado los servicios sociales de los propios municipios procurando soluciones habitacionales cuando han sido necesarias así provisión de alimentos y medicamentos.
3) El uso obligado de mascarillas en todos los espacios y por toda la población.
4) El llamamiento a la responsabilidad social y personal que se ha hecho desde los distintos medios de comunicación.
5) La estrategia de control de la infección y medidas preventivas con procedimientos propios de centros residenciales de ancianos y sociosanitarios.
6) Las multas impuestas por el no uso de mascarilla, ruptura de confinamiento o reuniones que superaban el numero fijado por la administración.
7) Regulación de ocio nocturno y eventos con limitación de aforo y horario.
8) Mayor control epidemiológico con refuerzos de activos, rastreadores, estudio de contactos, etc.
9) Coordinación entre la sanidad publica y privada, con reuniones y medias conjuntas y colaborativas.
10) Actuaciones concretas en zonas de mayor prevalecía y conectivos vulnerables como inmigrantes, con intervenciones específicas en municipios como el Ejido, en estas intervenciones se buscó la colaboración e implicación de ONGs, colectivos de la comunidad musulmana , lideres de opinión y religiosos, voluntarios, Protección Civil, distrito sanitario y hospital.
Antonio Collado
Antonio Collado, jefe de Sección de Enfermedades Infecciosas de Torrecárdenas: Encontrándonos ya inmersos en la “segunda ola” de esta pandemia con la que convivimos desde hace meses, me plantean la pregunta de qué ha podido contribuir ahora, al modo en que se han desarrollado de los acontecimientos en nuestra provincia. Vuelvo a reflexionar desde mi ámbito, la atención hospitalaria.
Las condiciones estructurales no han cambiado (situación periférica, pésimas comunicaciones, ausencia de infraestructura para el transporte colectivo masivo, eventos que reúnen grandes aglomeraciones de público…). Otros aspectos como el efecto que ha podido tener la climatología, parecen haber sido desmentidos tal y como se intuía inicialmente.
La primera y probablemente mas importante diferencia con respecto al mes de mayo, es que en esta ocasión ya no estábamos confinados. Por tanto, no existía limitación de la movilidad y el virus ya estaba entre nosotros.
Cambió el espectro de la población afectada. Inicialmente en esta segunda fase, personas jóvenes, trabajadores habitualmente por cuenta ajena, que se contagiaron presumible y mayoritariamente en su lugar de trabajo, especialmente inmigrantes (no por motivo racial, sino económico, social, de falta de los recursos mas elementales).
Normalizamos la situación y retomamos nuestra actividad social, jóvenes y no tan jóvenes. Relajamos la conducta que antes nos ayudó a contener la infección y comenzamos a ver nuevas infecciones en personas aún más jóvenes, fuera del ambiente laboral, generalmente relacionadas con el ocio y mayoritariamente asintomáticos. Pero el perfil, la foto, vuelve a cambiar y las personas que empezamos a atender en el hospital vuelven a ser de mediana edad y ancianos, con otras patologías, como en la primera fase de la pandemia. A continuación, el virus entra de nuevo en las Residencias y Centros Sociosanitarios, con las consecuencias que ya conocemos.
Ha cambiado también la forma en que atendemos a los pacientes. Ingresan en su mayoría sabiendo ya que son positivos, por tanto generalmente en fases más precoces, menos evolucionados. Sabemos mejor cómo, cuándo y con qué tratarlos, lo que ha mejorado el pronóstico y reducido el tiempo que necesitan estar hospitalizados. Ahora podemos decir que vamos por delante.
Pero todavía, el mejor tratamiento sigue siendo la prevención. Es fundamental que cumplamos de forma rigurosa las recomendaciones para evitar la infección por Coronavirus: uso (¡correcto!) de la mascarilla, extremar las medidas de higiene, respetar la distancia social / burbuja social y si hemos tenido contacto estrecho con una persona infectada o con sospecha de estarlo, permanecer en casa y vigilar la aparición de síntomas.
Martín Soler
Martín Soler, biólogo: Nos convoca de nuevo el Director de La Voz para que reflexionemos y demos respuesta a unas preguntas relevantes para entender mejor la evolución de la enfermedad Covid 19 en la provincia de Almería. Hay que comenzar recordando que las enfermedades suelen tener evoluciones diferentes en función de los grupos de población, de edad, zonas geográficas, niveles socioeconómicos…, y esto es especialmente acusado en las enfermedades infecciosas, y más en las que son nuevas y aún desconocidas en parte para la ciencia. Por eso hemos de trabajar desde la Epidemiología como la ciencia más adecuada para acertar.
Considero que hay un amplio consenso en que las causas del aumento de casos en los meses de verano en Almería se deben a una desescalada precipitada, con un aumento muy rápido de la movilidad y los desplazamientos, con intercambios de población procedentes de zonas donde había unas tasas de incidencia muy elevadas, y especialmente la disminución de las medidas de prevención entre los jóvenes en amplias zonas de ocio ligadas al turismo. Habría que añadir también la aparición de brotes por el hacinamiento en el que viven algunos trabajadores en las zonas agrícolas de la provincia.
Pero sin duda, la causa principal del aumento de casos ha sido el gran crecimiento de pruebas diagnósticas, lo que ha hecho aflorar muchos casos de asintomáticos que hubieran pasados desapercibidos para las estadísticas.
Por otra parte, considero que las causas que han provocado, de momento, una bajada sensible de los nuevos casos en los últimos días de septiembre y principio de octubre, se deben al refuerzo sanitario cortando las cadenas de transmisión, al incremento de las pruebas diagnósticas rápidas y al aumento del distanciamiento social con la llegada del final del verano.
Hay que recordar que estas buenas noticias son relativas y pueden volver a empeorar, porque como dice la OMS “no estamos en una segunda ola, se trata de una única ola que irá subiendo y bajando”.
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