La genuina historia de Puerto Rey

Fue urdida en el corazón de la fría Europa, en el país de los belgas, a principios de los 60


Aquella alemana del Puga

De una roulotte fueron bajando mujeres espléndidas pero ninguna como ella


Aquel otro Salmerón al que eclipsó su hermano

Ningún otro padre en España tuvo dos hijos ministros y presidentes del Gobierno y del Congreso


Los franceses de la primera óptica

Joseph Estrade y sus hermanos llegaron a Almería con un carromato cargado de nuevas maravillas


El apóstol de los marineros

Alfredo Saralegui alumbró en Almería una obra fecunda con la fundación del Pósito de pescadores


El reino turrero de Adelina

Es uno de los fogones legendarios del Levante almeriense que aún sobrevive tras medio siglo


Aquel faquir de Cuevas de Vera

Pedro Rubio, en un arrebato de locura descuartizó un vaso con los dientes y se los tragó


Un sombrerero de postín

José Sánchez fue el sombrerero más célebre de la ciudad durante el siglo pasado



La Estación de nuestra vida

Era el inicio y el final de todo: donde se despedían los enamorados, donde llegaban bañistas


Los almerienses que salieron en el primer Atlas de la Lengua

Miraban atónitos, con sus gorras caladas, a esos señores instruidos


El pastor de Pulpí que llegó a sabio

Emilio Zurano fue uno de los más claros ejemplos de almeriense hecho a sí mismo


El mojaquero de los 44 ministros

Antonio Flores de Lemus fue un economista oriundo almeriense que transformó España


Elegantes tragedias (VI): El bello Cayetano

Sexta entrega de una serie de siete relatos negros sobre Némesis de Peláez



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