El milagro de un bocadillo de morcilla

La caseta de los Díaz llegó a ser la ilusión de la feria


Las peñas de la bota de vino y el jamón

Los peñistas iban al fútbol con sus pancartas y con las alforjas repletas


La ola de calor revaloriza el arbolado

La Plaza Vieja sería un desierto sin árboles, por muy estético que pueda resultar el proyecto


El adorado camión de la Coca Cola

La popular bebida americana irrumpió con fuerza en Almería en la Navidad de 1955


La playa de la Térmica y de las olas

La mar gruesa llegaba con las escrituras en la mano y se tragaba aquel trozo de playa


La Residencia y la lonja del pescado

En el verano del 72 en Almería presumíamos de nuestra Residencia de Ancianos


Los travestis que venían al Zapillo

Almería tenía dos salas de fieestas y un ramillete de cafeterías con luces rojas


De los zapatos de Terriza a los de Blanes

La zapatería de Terriza estuvo desde 1911 en el local que luego ocupó Calzados El Misterio



El esplendor de las tiendas de calzado

Del negocio del calzado vivían los zapateros remendones, las zapaterías y los betuneros


Los años del colegueo y el pasotismo

Con la Transición cambiamos tanto que los amigos pasaron a ser “colegas de toda la vida”


La ‘vueltecica’ reglamentaria por el Paseo

El Paseo era otro mundo, un lugar cosmopolita donde la vida se citaba con la gente


Las palabrotas nuestras de cada día

Si los tacos hubiera sido una asignatura los niños hubiéramos sacado matrícula de honor


La vida en el paso a nivel de la Obra Pía

Estaba frente al río, en el límite con Huércal. Era una aldea al margen de la ciudad


La rubia del escaparate de Apoita

La noche de mojarse la cara y los pies

Lo que unía un litro de cerveza


La vida dentro de un coche

El reloj del barrio de las Huertas

La última droguería con historia

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