Dos barrios que ya no existen

El barrio de San Cristóbal y el de las Piedras convivían sobre las rocas del cerro de la ermita


Las alcobas con crucifijo y escupidera

Las imágenes religiosas y los cuadros a granel componían la decoración de las casas


Las pasarelas que olían a mineral

Los hierros del ferrocarril de Sierra Alhamilla se utilizaron para unir la Rambla


Los héroes del agua del grifo

El doping de los ciclistas de la posguerra era el agua del bidón y la onza de chocolate


La polémica draga del millón

La compra de la draga, en 1906, abrió una herida dentro y fuera de la Junta de Obras del Puerto


El recuerdo de tu primera comunión

El primer compromiso que asumíamos de niños era la escuela y luego la comunión


Las internas de la escuela de las monjas

La Compañía de María tenía su internado donde paraban las niñas que venían de fuera


Los que no tenían para comer

Primo de Rivera regaló a los pobres la ropa que tenían empeñada en el Monte Pío



El almacén de cestas de los Asensio

Era una fábrica de cestas de esparto para la fruta, en la calle Patrón del Barrio Alto


El salón de los juegos inocentes

Varias generaciones de jóvenes pasaron por el salón de los Jesuitas para jugar al billar


Una pareja de maestros de escuela

José Martínez López fue profesor de la escuela Aneja de la calle Arráez


El Parque formal y el Parque golfo

El escenario oficial de los enamorados era el Parque Nuevo con su San Valentín


La nevada que nos pilló sin obispo

El general invierno azotó la provincia durante veinte días en enero y febrero de 1935


El carro de Manolico el heladero

Los que se tiraban del trampolín

Lolica: la vida detrás del mostrador


El balneario de la calle de la Reina

Aquellos galanes de Tabernas

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